Una reconstrucción imaginativa sobre cómo serían las tumbas, de existir, de ciertos personajes universales como Gregorio Samsa, Madame Bovary, el Gólem, Drácula, Don Juan, mitos clásicos como Teseo, la Sibila, las sirenas y protagonistas religiosos como Adán o la papisa Juana. Un libro de arqueología fantástica que es, al mismo tiempo, una historia cultural de Occidente. Con la gracia y don de síntesis de Marcel Schwob y sus Vidas imaginarias, Herrera logra producir vinos nuevos sobre odres viejos.
Un repaso a algunos de los grandes mitos de la tradición occidental, una reflexión desenfada, pero no caprichosa, sobre su sentido para las generaciones que creyeron en ellos y una meditación filosófica sobre el vacío dejado por los mitos en que ya no creemos.
Durante toda la historia, los imperios han jugado un papel crucial en las relaciones entre pueblos, territorios y culturas. El temor y la memoria de violencia que suscitan solo es comparable a la fascinación que siguen despertando en todo tipo de literatura. Ante la confusión y la hostilidad que puede provocar su simple evocación, este libro guía al lector en el uso crítico de la categoría de imperio, con el foco puesto en el que quizás sea su momento de mayor efervescencia, la época contemporánea. No en vano, en dicho período surgieron dos fuerzas que redefinieron el concepto: el nacionalismo y el imperialismo.
A través de un recorrido por las distintas estructuras imperiales sucedidas en los últimos dos siglos, se ofrece en estas páginas una pequeña muestra de una larga tradición de pensamiento que ha reflexionado sobre el poder y el dominio, el conflicto y la violencia, sobre el tiempo en su larga duración, sobre la constitución y supervivencia de diversas comunidades humanas, sobre los sucesivos órdenes globales, que de todo ello da cuenta la historia de los imperios y los imperialismos.
Como sucede con su obra clásica sobre los dioses griegos, Karl Kerényi escribió este libro convencido de que había llegado el momento de hacer una mitología para adultos, pues hasta entonces sólo existían grandes manuales para especialistas en estudios clásicos, historia de las religiones, etnología, o bien libros de mitos clásicos para niños, remodelados y falseados de acuerdo con determinados puntos de vista educativos. Kerényi destinó este libro a todos aquellos adultos cuyo interés fundamental fuera el estudio del ser humano desde cualquier rama del conocimiento, ya que para él la mitología puede ser también un testimonio del pensamiento humanista moderno. Por esta razón dedicó esta obra a los poetas del futuro.