«Nada es comparable a la dicha de amar».
La civilización comenzó el día que el ser humano se preocupó por primera vez de cuidar a aquellos que no habrían sobrevivido sin ayuda.
Rafael Narbona, autor de Maestros de la felicidad, vuelve con una obra en la que reflexiona acerca de la naturaleza del amor y de la importancia de los cuidados, todo ello con su pluma impecable y su propia experiencia vital como punto de partida.
Un recorrido a las ideas en torno a la importancia del afecto de los otros, de lo determinante que puede ser nuestra red de apoyos, y de la fragilidad del ser humano más allá del abrazo de sus seres queridos.
Un canto a la importancia de la salud mental y los vínculos como su fundamento: el amor a los hijos, el amor a los padres, a la pareja, a los amigos, a los animales… Sin amor no somos nada.
En una sociedad en la que la gente se siente cada vez más desconectada y sola, el amor se alza como el sentimiento capaz de ofrecernos sensación de trascendencia.
En la vida y en la obra de Rosa Chacel (1898-1994) el gran juego de las pasiones humanas adquirió una trascendencia singular que se impone pese a su expresión siempre elidida. Chacel, la maestra literaria de la elipsis. Autora de culto por novelas más elogiadas que leídas, creadora de relatos excepcionales, biógrafa de su propia infancia, casada con el pintor Timoteo Pérez Rubio, icono a pesar suyo del exilio republicano, mantuvo un pulso permanentemente conflictivo consigo misma.
Íntima Atlántida propone un esclarecedor recorrido por la vida de Chacel —un grito en la noche—, restituyéndose por primera vez aquello que mantuvo en secreto largo tiempo. Un continente demasiado sumergido en el desconocimiento y que ahora ve la luz. Esta biografía es un minucioso trabajo de encaje de citas, cartas, documentos, testimonios e investigación que han permitido dar cuenta de su evolución vital y de los fantasmas que la mantuvieron atada a su pasado.
Te quiero, eres importante para mí, cuento contigo: amistad, afecto, aprecio, atención, cuidado, son deseos imprescindibles que nos unen y por los que el corazón siente una sed innata. El ser humano necesita amar y ser amado. De todos es sabido que compartir la bondad reduce las penas y contagia la alegría. El mandamiento del amor que nos dejó Jesús nos pide que amemos a los demás y a nosotros mismos de un modo auténtico porque solo así nuestras vidas serán plenas,