Son «aventuras de interpretación personal y espiritual», una «intuitiva aproximación a un pensador que es a la vez sutil, entretenido, provocativo y no fácil de captar». Lejos de cualquier intención apologética, Merton quiere trasladar el temperamento filosófico de Chuang Tzu, que se caracteriza por su intento singular de penetrar el corazón de las cosas. Una aprehensión de la realidad que se ofrece en forma de meditaciones y poemas, de historietas, fábulas y anécdotas que, teñidos de humor y de ironía, constituyen una antología del pensamiento que corría por los círculos taoístas en los siglos IV y III antes de Cristo.
Escrito literalmente intempestivo, la Ética de Baruj Spinoza (1632/1677) ha ejercido siempre, desde antes incluso de ser entregada a las prensas, una fascinación en verdad obsesiva. Para mal como para bien. Las posiciones que en ella se defienden, extrañas al sentido filosófico común de su tiempo —y todavía del nuestro—, han suscitado a la vez el más violento rechazo y la más rendida admiración. Pero quizás no tanto una comprensión cabal de sus envites. Todo lector de la Ética ha sido, sigue siendo, el lector de una filosofía por venir.
Cuarenta años después de que Deng Xiaoping abriera China al comercio global e iniciara su conversión en una potencia económica, los gobernantes chinos están convencidos de que ha llegado el momento de que su país recupere la cumbre de la jerarquía mundial que ocupó en el pasado.
El presidente Xi Jinping se siente investido de ese mandato histórico para recuperar la autoestima de la nación. Y, para ello, ha diseñado una estrategia sólida y ambiciosa, pero también controvertida.
En este relato fascinante, que descubre el mundo post pandemia, el veterano diplomático español Fidel Sendagorta describe esta nueva realidad en la que China quiere ser un líder global, Estados Unidos intenta hacer lo posible para evitarlo y Europa ve con perplejidad cómo se encuentra atrapada entre los desafíos de China y el deterioro de la relación transatlántica.