En línea con la tradición de Susan Sontag y Elaine Scarry, Maggie Nelson se ha convertido en una de las principales críticas culturales con este ensayo sobre las representaciones de la crueldad y la violencia en el arte. Desde la poesía de Sylvia Plath hasta las pinturas de Francis Bacon, desde la franquicia de Saw hasta las performances de Yoko Ono o Marina Abramovic, desde el teatro de Antonin Artaud hasta las instalaciones de Santiago Sierra o Ana Mendieta, el sutil recorrido de Nelson a través del paisaje artístico ofrece un modelo de cómo unas férreas convicciones éticas se pueden conjugar con una defensa igualmente vigorosa del arte que pone a prueba los límites del «buen gusto», el tabú y lo tolerable.
Este libro pretende explicar el arte de resolver problemas complicados mediante soluciones aparentemente simples. Este arte no contempla recurrir a verdades tranquilizadoras, esto es, conocimientos definitivos acerca de la realidad que nos rodea, sino que considera más bien el uso de estratagemas que violan el sentido común y la lógica racional.
En 1930, a orillas del Danubio ocurrió un hecho del que los diarios de la época dieron destacada información. Un joven con intenciones suicidas se arrojó desde un puente; a los gritos de los testigos acudió un gendarme, quien, en vez de lanzarse al agua, apuntó con su fusil al joven y gritó: «¡Sal de ahí o disparo!» El hombre obedeció y salió del agua. El gendarme acababa de realizar espontáneamente un acto paradójico que funcionó a la perfección como estratagema de «apagar el fuego añadiendo leña».
La historia de la humanidad está llena de estas estratagemas capaces de invertir rápidamente el desenlace de una situación: basta pensar en Ulises y su caballo de Troya, que representa la esencia heroica de la inteligencia estratégica.
"Un tiempo ilimitado contiene la misma cantidad de placer que uno limitado,
cuando los límites de los placeres se evalúan mediante el razonamiento."
Son muy escasos los textos de Epicuro que han llegado hasta nuestros días; sin embargo, El arte de la felicidad contiene los puntos capitales de su filosofía -contenidos en tres Cartas: Carta a Heródoto, Carta a Pítocles y Carta a Meneceo-, que versa sobre temas tan esenciales como el fin último en la tierra, la esencia del alma o la composición del átomo. La última carta, dirigida a Meneceo, es la más célebre por desarrollar principios de la ética epicúrea como el de la imperturbabilidad o ataraxia, así como una guía de vida filosófica orientada a lograr la felicidad.
Esta edición cuenta, además de una cuidada nueva traducción de José María Zamora, una brillante introducción, también a su cargo, acerca de la vigencia de esta corriente filosófica, que sigue siendo una fuente de inspiración, por ofrecer una perspectiva atemporal, para vivir una vida feliz y serena.