Sin pretender ser exhaustivo, el autor estudio los principales filósofos contemporáneos desde un punto de vista a la vez expositivo y crítico. Empieza explicando la disolución del hegelianismo fundándose especialmente en Marx y en Kierkegaard. La filosofía de la vida, de Schopenhauer y Nietzsche, se presenta como una reflexión sobre el sentido de la existencia humana. En el positivismo, ve el autor la encarnación del espíritu del S. XIX. Despues del idealismo y el espiritualismo francés, el libro termina con la exposición de la fenomenología de Husserl y el existencialismo.
Solo un talento de la audacia y altura intelectual, poética y pedagógica de Ibáñez Langlois sería capaz de reunir en un gran poema de la Historia de la Filosofía a todos sus protagonistas, escuelas y pensadores.
José Miguel Ibáñez Langlois (Santiago de Chile, 1936) es sacerdote y doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, y en Filosofía por la Universidad Lateranense de Roma. Ha enseñado Teoría poética, Poesía contemporánea y Filosofía del arte en diversas universidades chilenas y europeas. Es miembro de número de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, y ha escrito unos mil quinientos artículos de crítica literaria, doce libros de poesía y veinte de ensayo.
La historia del cristianismo interesa al lector católico, pues es su historia de familia; pero debe interesar también a cualquier persona culta, porque constituye una parte esencial de la historia de la humanidad en los dos últimos milenios. El autor encuadra esa historia en el contexto histórico general, teniendo presente el momento social, cultural y político en que vivieron los cristianos en cada época, hasta nuestros días.
Esta asombrosa obra, brinda al lector un recorrido por los 6 períodos más sobresalientes de la historia del Cristianismo. El Dr. Hurlbut narra a detalle el avance de la Iglesia, los líderes de cada período, la doctrina, la condición de la época, y mucho más. Estos elementos aportarán al lector un entendimiento más amplio de la historia del Cristianismo.
Esta valiosa obra, la primera de un autor occidental, constituye un aporte fundamental para el conocimiento no solo de la literatura coreana, su objetivo primero, sino también de la historia y la cultura de un pequeño gran país de unos tres mil años de existencia. Publicado en 1996, el texto conserva una extraordinaria riqueza informativa y de reflexión que nos conduce certeramente a lo largo de los diferentes períodos históricos y culturales de Corea. Se aprecian en la obra el cuidadoso estudio de las características de sus géneros literarios, el análisis de las obras y sus autores principales, el contexto histórico en que se manifiestan, todo ello expresado con una manifiesta voluntad pedagógica y una clara exposición. Su autor, el Dr. Maurizio Riotto, es una autoridad en los estudios coreanistas y un referente obligado para quienes deseen conocer en profundidad los valores de una cultura, la coreana, que desde fechas relativamente cercanas atrae la curiosidad ocidental.
La revista fue, es y seguirá siendo hija y producto de su tiempo. De las circunstancias sociales, políticas y culturales de cada una de las épocas en que le tocó vivir. Y en todas, vivió la censura, incluso en la actualidad. Pero la revista es mucho más de lo que el espectador de a pie pueda presenciar una vez adquirida su localidad y se sienta cómodamente para presenciar el espectáculo. La revista es también todo el entramado escénico que latía tras las bambalinas. De interminables horas de elección de compañía, libreto, música y artistas. De agotadores ensayos y de airadas vedettes. De duras giras por provincias y de nervios el día del estreno. De aplausos y risas. De llantos y pensiones. De las mamás de la artista en el camerino, a estraperlistas sin pudor rendidos admiradores de la vedette de turno. De dimes y diretes en torno a la escultural estrella del espectáculo Eso y, mucho, muchísimo más, era la revista. Un género menospreciado por algunos al que Juan José Montijano a través de esta magnífica obra coloca en el lugar que siempre ha merecido.