El mundo al revés, de Yang Jisheng, es la historia definitiva de la Revolución Cultural, con un detalle demoledor y desgarrador.La Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1976), un acontecimiento político de primer orden y un punto de inflexión crucial en la historia de la República Popular China, marcó el cenit y el nadir de la política ultraizquierdista de Mao Zedong. Reaccionando en parte al "revisionismo" de la Unión Soviética, que consideraba una amenaza para el futuro del socialismo, Mao movilizó a las masas en una batalla contra lo que él llamaba fuerzas "burguesas" dentro del Partido Comunista Chino (PCCh). Esta lucha de clases a gran escala, que duró diez años, devastó la cultura tradicional china y la economía de la nación.Tras su innovadora y premiada historia de la Gran Hambruna, Tombstone. The Great Chinese Famine, 1958-1962, Yang Jisheng presenta aquí la única historia de la Revolución Cultural realizada por un académico independiente con sede en la China continental, y hace una contribución crucial para comprender la influencia de esos años en la actualidad.
Fascinante recorrido del mundo de la antigüedad clásica desde Homero a Adriano, es precisamente la presencia constante del toque humano: su capacidad de evocar figuras como Sócrates, Alejandro, Cicerón o César y de hablarnos, a la vez, de la vida cotidiana de los ciudadanos, de los últimos días de Pompeya o de los juegos del circo, en unas páginas que nos devuelven el encanto de la mejor narrativa histórica.
Novelas, películas, teatro, moda, turismo dan fe del innegable atractivo que sigue ejerciendo, pasados más de dos mil años, el mundo clásico en nuestros días. A cargo de los prestigiosos especialistas Mary Beard (Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016) y John Henderson, esta breve introducción nos lleva, con un original planteamiento, a captar y distinguir las variadísimas imbricaciones de la antigüedad grecolatina y los numerosos frutos que ha alumbrado a lo largo de la historia, desde Virgilio a Poussin y Evelyn Waugh, de Demócrito a Karl Marx, de las ruinas de un templo en la recóndita Arcadia a James Frazer.