Una defensa del trabajo digno ante los retos del futuro
«Todo empieza por el trabajo». Cándido Méndez ha hecho de esta frase de François Mitterand el lema de una vida dedicada a la defensa del empleo digno.
Durante más de dos décadas fue la cara visible de la lucha sindical en España y ahora, fuera de la política activa pero siempre comprometido, lanza en estas páginas un mensaje nítido: «La defensa del trabajo tiene pleno sentido y el papel de los sindicatos de clase también, sobre todo para los jóvenes».
Por una nueva conciencia social es el excepcional manifiesto del líder histórico de UGT en favor del trabajo de calidad.
Un libro que es a la vez un testimonio de la memoria y una llamada a la acción en el que el autor conecta pasado, presente y futuro de una lucha histórica que es «el alma de la democracia y la garantía de una vida buena».
Desde los recuerdos de la España humilde de su infancia y la militancia clandestina, pasando por la conquista de derechos y el estado actual del empleo, Cándido Méndez se proyecta hacia los retos de futuro: la seguridad laboral, el desarrollo sostenible para el medio ambiente, la productividad y la disrupción digital.
Todo eso sin perder nunca de vista el mensaje de dignidad y justicia del trabajo de ayer, hoy y mañana.
Existen problemas globales que no forman parte de la agenda política de los gobiernos nacionales, aunque de su solución dependa la supervivencia de la humanidad: el calentamiento global, las amenazas a la paz mundial, el crecimiento de las desigualdades, la muerte de millones de personas todos los años por falta de agua potable, de alimentación básica y de fármacos esenciales, o las masas de migrantes que huyen de las condiciones de miseria y degradación de sus países.
Pero estas tragedias no son fenómenos naturales, ni tampoco simples injusticias. Por el contrario, son violaciones masivas de los derechos fundamentales estipulados en las diversas cartas constitucionales vigentes, tanto nacionales como supranacionales. La humanidad se encuentra hoy ante una encrucijada de la historia, seguramente la más dramática y decisiva: sufrir y sucumbir a las múltiples catástrofes y emergencias globales, o bien hacerles frente, oponiéndoles la construcción de idóneas garantías constitucionales a escala planetaria, proyectadas por la razón jurídica y política.
Solo una Constitución de la Tierra que introduzca un demanio planetario para la tutela de los bienes vitales de la naturaleza, prohíba todas las armas como bienes ilícitos, comenzando por las nucleares, e introduzca un fisco e instituciones idóneas globales de garantía en defensa de los derechos de libertad y en actuación de los derechos sociales puede realizar el universalismo de los derechos humanos. El proyecto de una Constitución de la Tierra no es una hipótesis utópica, sino la única respuesta racional y realista capaz de limitar los poderes salvajes de los estados y los mercados en beneficio de la habitabilidad del planeta y de la supervivencia de la humanidad.
La crisis del capitalismo no es un mito, pero el capitalismo en sí mismo, sí lo es. Tim Jackson nos recuerda que cada época se construye alrededor de una narrativa y nosotros nos aferramos al crecimiento exponencial y al consumo desbocado. El exceso no es sinónimo de progreso tal y como nos ha demostrado la crisis financiera de 2008, la posterior pandemia global, la crisis ecológica, la desigualdad social y una acentuada inestabilidad económica.
El célebre economista ecológico británico reflexiona sobre la viabilidad de los modelos imperantes y las condiciones bajo las cuales creemos prosperar, y aboga por una economía construida alrededor de energías renovables, un sistema de gobernanza global y transparente, y tecnologías más respetuosas con el entorno medioambiental.
En este brillante ensayo nos desafía a imaginar un mundo poscapitalista, un lugar donde el bienestar y la naturaleza humana tenga prioridad sobre los beneficios y el poder.
El globalismo está en crisis. Mientras el totalitarismo monetario concentra cada vez más poder en menos manos, la prosperidad declina y la libertad se desvanece. Este libro analiza las causas profundas de la crisis actual desde la escasez energética hasta la manipulación financiera y propone alternativas revolucionarias para el futuro: la autodeterminación monetaria a través de las criptomonedas, una nueva bioeconomía basada en la energía, y una democracia digital descentralizada. La revolución posglobalista: energía, dinero y democracia. A través de un riguroso análisis que combina filosofía, economía y física, Rais Busom desvela los mecanismos ocultos del poder globalista y su agenda. La obra examina cómo la crisis energética, el control monetario y la manipulación social están reconfigurando nuestro mundo, al tiempo que propone soluciones innovadoras basadas en la tecnología blockchain y una nueva concepción de la economía termodinámica. Un texto fundamental para entender los desafíos de nuestro tiempo y vislumbrar un horizonte posglobalista donde la humanidad pueda prosperar. Rais Busom es experto en pensamiento crítico aplicado a la transformación de personas y organizaciones. Su formación multidisciplinar en filosofía, administración de empresas e ingeniería de software, junto con su experiencia como docente universitario e investigador, le permite ofrecer una visión única y profunda de los cambios que están transformando nuestra sociedad. Su trayectoria profesional en proyectos de transformación y estrategia digital aporta una perspectiva práctica a su análisis del futuro posglobalista.
En 1844, y atribuyéndolo a Juan Clímaco, Kierkegaard había publicado Migajas filosóficas, obra en la que diferenciaba radicalmente la filosofía sistemática con pretensiones absolutas (representada por Hegel) del socratismo, y a este, de la relación única que se produce entre el maestro y los discípulos, tal como se establece en el caso de Cristo y los cristianos.
Dos años más tarde, el mismo Juan Clímaco (y su «editor», es decir, Søren Kierkegaard) se vio en la obligación de hacer una serie de apostillas a dicho texto. En ellas profundizaba en los muchos matices del problema de cómo cabe siquiera pensar que la eternidad se relacione con el tiempo, o sea, que Dios y la historia puedan estar de algún modo en contacto y el individuo existente pueda realmente convertirse ya ahora en seguidor de la verdad plena y eterna.
La empresa, ciertamente, no puede ser más atrevida: se trata de formular los fundamentos de una ontología existencial donde la libertad y el amor hallen cabida e incluso se conviertan en el núcleo de un nuevo pensamiento antisistemático y mucho más profundo que cualquier intento de sistema.
Cómo la tecnología digital -desde los homenajes en Facebook hasta los códigos QR en las lápidas- está cambiando nuestra relación con la muerte.
La sociedad moderna suele ocultar la muerte, como si fuera un defecto de carácter y no un hecho ineludible. Sin embargo, vivimos constantemente rodeados de muertos. Relegada lejos de nuestra vida cotidiana, medicalizada, expurgada de nuestras vidas, la experiencia de morir experimenta ahora una situación paradójica, ya que las imágenes y las palabras de los seres queridos fallecidos regresan e irrumpen de repente en las pantallas de nuestros teléfonos. Morimos, pero seguimos existiendo en la presencia de nuestras vidas online pasadas que no pueden ser erradicadas: los fantasmas digitales 'huellas electrónicas de los muertos' aparecen cuando hacemos clic.