«El rasgo fundamental del espectáculo moderno es la puesta en escena de su propia ruina». Así se expresaba Guy Debord en 1959. Lo que desde entonces parece claro es que –aunque las ruinas siempre ocupasen un lugar en la reflexión teórica y en la sensibilidad artística– el devenir histórico cercano ha abocado a la humanidad y a la vida en la Tierra hacia ese horizonte extraño. Siguiendo esta intuición, en este libro se estudia la presencia de las ruinas y los descampados en el arte, la arquitectura y el pensamiento europeos contemporáneos. Y, si se logra mostrar algo, eso es que las ruinas ocupan un lugar central, tanto en las denuncias más o menos veladas a los modelos socio-económicos heredados, como en las propuestas regeneradoras más recientes sobre el paisaje.
¿Qué está fallando en un sistema agroalimentario que produce el 60 % más de lo necesario para alimentar a la humanidad y donde sin embargo pasan hambre más de 800 millones de personas, muchos de los cuales mueren, y además es responsable de casi el 30 % de los gases de efecto invernadero y de la pérdida de más del 90 % de la biodiversidad agrícola?
¿Qué está fallando en un sistema económico que aumenta las desigualdades, que confunde desarrollo con crecimiento, que esquilma y privatiza los recursos naturales limitados del planeta y que rompe los equilibrios ecológicos y ciclos naturales, provocando el cambio climático?
¿Qué está fallando en una sociedad que confunde bienestar con consumismo, aún a costa de degradar la naturaleza y condenar a las generaciones futuras? ¿Es sostenible esta sociedad de consumo? ¿Es más feliz?
Este libro, prologado por Federico Mayor Zaragoza, intenta dar respuesta a estas preguntas con un lenguaje claro, riguroso y alejado de tecnicismos, y propone soluciones que permitan cambiar el rumbo del Ecocidio a la Esperanza.
Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, Rusia era un país empobrecido y caótico que parecía destinado a la irrelevancia internacional. Pero bajo el liderazgo de Vladímir Putin, ha recuperado una influencia que desafía el orden global. ¿Qué sostiene este «imperio» que con los años ha derivado hacia el totalitarismo? En este libro, el antiguo corresponsal de El Periódico en Moscú Marc Marginedas explora los métodos oscuros y violentos que el Kremlin ha empleado para afianzar su poder, algunos de los cuales presenció durante su secuestro de seis meses en Siria a manos de Estado Islámico.
En verano de 1812, Napoleón, en el apogeo de su dominio de Europa, marchó hacia Rusia con el mayor ejército de la historia y la convicción de que la expansión de su imperio era imparable. Sin embargo, apenas dos años después sus ejércitos fueron derrotados y Rusia salió victoriosa. Gracias a un profundo conocimiento de la singular realidad social, política y económica en tiempos del zar Alejandro I, este ensayo muestra por primera vez el papel crucial que desempeñó Rusia en las guerras napoleónicas. Dominic Lieven despliega ante los ojos del lector un auténtico fresco en el que tanto el emperador y los oficiales de su Estado Mayor como los soldados cobran vida. El fascinante relato pormenorizado de los acontecimientos que marcaron primero la estratégica retirada de las tropas rusas y finalmente la marcha sobre Europa liderada por el ejército del zar permite al autor desmantelar el afianzado mito según el cual la derrota de Napoleón fue el resultado del inclemente paisaje invernal ruso y señalar así el decisivo lugar de Rusia en la política europea, un lugar que incluso hoy merece la pena recordar.
En la Antigüedad, el saber verdaderamente valioso era el entendimiento de los orígenes, del del nacimiento del mundo y de los dioses o héroes. Más tarde, el saber se orientó hacia el conocimiento sobre el futuro y la utopía que nos esperaba. Hoy, en cambio, parece atrapado en la necesidad de comprender un presente sofocante y demasiado extenso; pasado y futuro han convergido y nos ahogamos en su vórtice, confundiendo el saber con la mera comunicación. Pero este libro no es una elegía por la sabiduría perdida. Es una invitación a reflexionar sobre qué es para nosotros el saber y cómo podemos transmitirlo a quienes ocupen después el mundo.
El hombre contemporáneo está gravemente enfermo. En el origen del «malestar de la civilización» está implícito el nihilismo imperante que Nietzsche instituyó a finales del siglo pasado. Frente a la ausencia del sentido que lo acompaña, encada paso del sometimiento técnico-científico del mundo, después de haber experimentado punzantes desilusiones, angustias y miedo, en el mundo actual se vuelve la mirada al «pasado remoto», en un deseo innato por retornar a las propias raíces culturales. El mundo contemporáneo ha redescubierto la sabiduría de los griegos, que de nuevo se impone como punto de referencia ineludible para quien pretenda construir la identidad propia. Este libro traza un minucioso itinerario por los males que aflijen al hombre contemporáneo, mostrando cómo la sabiduría antigua revela los métodos de «curación» del malestar actual. Esta terapia, tal vez, nos permita curar o, al menos, aliviar el dolor y la desesperación que nos invade.