La robustez del gobierno de los Austrias fue esencial para que las políticas imperiales triunfaran y se expandieran por todo el orbe. La lealtad a la dinastía, la religión y la movilidad social fueron los tres pilares en las que se cimentó.
Alfredo Alvar, una de las máximas autoridades en la materia, se adentra en el complejo entramado político, social y económico que sustentó el imperio para responder a todas estas cuestiones y arrojar luz sobre su funcionamiento, crecimiento y configuración.
Una obra repleta de erudición que ofrece al lector todos los detalles sobre los aspectos más desconocidos del mayor imperio de su época.
Desde tiempos inmemoriales, las mujeres hemos aplicado diversas estrategias para sobrevivir a las expectativas sociales, a menudo a costa de nuestra salud física y mental. La principal ha sido la impostura, un recurso omnipresente: asentimos, sonreímos, cedemos, callamos y fingimos para encajar en un mundo que no siempre nos ha comprendido.
Pero cada una de esas mentiras, hábilmente tejidas, revela una verdad esencial sobre nosotras mismas y marca las ausencias que nos han definido. ¿Dónde estábamos nosotras
mientras otros brillaban en el escenario de la vida? Probablemente, disimulando.
A través de un análisis profundo de la imagen femenina, el cuerpo, la sexualidad, el acceso al poder y más, este libro ofrece un espejo donde cada mujer puede reconocerse y encontrar las herramientas para liberarse del conformismo.
Es el momento de descubrir quiénes somos.
De ser auténticas más allá de las imposturas.
Benjamin Franklin (1706-1790) fue, "avant la lettre", el hombre representativo americano que podría haber figurado en la ilustre galería de retratos literarios de Emerson. Franklin, habitante de las colonias inglesas, presenció, y casi selló con un célebre discurso, el nacimiento de los Estados Unidos como primera democracia moderna, solicitando a los demás delegados de la Convención Federal reunidos en Filadelfia la recomendación unánime de la Constitución americana. La escritura de Franklin, sin embargo, tiene su raíz en la ética puritana, cuya poderosa y brillante imaginación había dado a luz una de sus lecturas favoritas, "El progreso del peregrino" de John Bunyan. Descendiente espiritual de aquellos "Pilgrim Fathers", el infatigable y polifacético Franklin transmitió a su época en el texto de su "Autobiografía" la necesidad de seguir cultivando una ética que no descuidara las fuentes clásica y judeocristiana de nuestra cultura (“Imitate Jesus and Socrates”), a la vista de las oportunidades que brindaba la vida en el Nuevo Mundo. La "Autobiografía" de Franklin, plagada de las anécdotas y enseñanzas de su larga vida, inacabada por definición, como el mundo en que se había gestado, iniciada como una carta a su hijo y continuada como un testimonio ante sus conciudadanos, conserva todo el valor promisorio de los textos fundamentales de la tradición norteamericana.