La Segunda Guerra Mundial es un momento decisivo de la historia europea, aunque pocas veces nos la han contado desde la perspectiva de los colaboracionistas. Decenas de miles de europeos tomaron parte en las políticas imperiales del Tercer Reich, espoleados por el miedo a perder una oportunidad irrepetible e inspirados por los deslumbrantes triunfos de la Alemania nazi. Este libro ahonda en su universo mental, en sus trayectorias desde los años treinta, en sus estrategias políticas, en sus tormentosas relaciones con los alemanes, en el sentido de sus decisiones y de sus acciones, incluyendo la creación de unidades de voluntarios para la guerra contra la Unión Soviética. Lejos de verse a sí mismos como meros peones, los colaboracionistas creyeron que una cooperación estrecha y leal con los ocupantes sería la manera más rápida y eficaz de promover sus intereses personales y sus proyectos políticos. Marginados por sus convecinos como traidores y perseguidos por la resistencia acabarían firmando un pacto de sangre con los ocupantes, contribuyendo al saqueo de sus países y empujando a sus comunidades al borde de la guerra civil. No en vano, la condena y depuración del colaboracionismo pondría los fundamentos de la refundación del continente en la posguerra.
Un libro intrigante que nace de uno de los reportajes de investigación más impactantes de los últimos tiempos, Papeles de Facebook, y que es a la vez un ejercicio sobre los límites de la etica en el capitalismo y, concretamente, en la era digital. A partir del caso de Facebook, los archivos confidenciales que se filtraron en The Wall Street Journal, sus consabidos escándalos y fallos en el formato surgieron estas preguntas: ¿que parte pudo tomar la compañía de Mark Zuckerberg y no tomó? ¿Que hay detrás, acaso una política agresiva de ampliación de mercado?