Es necesario ser instruido en el conocimiento de la palabra acerca del campo profético, y en lo particular del don de profecía. El apóstol Pablo instruyó a sus discípulos para que operaran en el don sin temor a fin de exhortar, consolar y edificar a los santos. Es muy importante ser parte del mover profético, ya que la profecía es importante en el avance del reino de Dios en la tierra. En la biblia encontramos muchos pasajes donde Dios establece estrategias, entrega comisiones, anima; direcciona, exhorta y capacita a través de una palabra profética.
Papas que ya no se mueren como dios manda, reyes que se creían ranas, príncipes de incógnito por Madrid, cocineros desesperados, monjas farsantes, diputados espiritistas… De todo hay en este nuevo compendio de aconteceres narrados con el punto de vista único y divertidísimo de Nieves Concostrina, desde un premio Nobel de rebote, a un marqués desenterrado o una invasión de vírgenes.
Con el presente volumen, Habermas prosigue las investigaciones acerca de «Conciencia moral y acción comunicativa», comenzadas en 1983 en el libro que lleva ese título. El trasfondo de la discusión está formado sobre todo por objeciones contra nociones universalistas de moral que se remontan a Aristóteles, a Hegel y al contextualismo contemporáneo. Yendo más allá de la estéril contraposición entre un universalismo abstracto y un relativismo que se contradice a sí mismo, intenta defender la primacía de lo justo entendido deontológicamente sobre lo bueno. «Pero -dice Habermas- esto no significa que las cuestiones éticas en sentido estricto tengan que quedar excluidas de la discusión racional».