En este trabajo innovador de ciencia, historia y arqueología, Charles C. Mann altera radicalmente nuestra comprensión de las Américas antes de la llegada de Colón en 1492. Al contrario de lo que muchos estadounidenses aprenden en la escuela, los indios precolombinos no se establecieron escasamente en un desierto virgen; más bien había un gran número de indios que moldearon e influenciaron activamente la tierra a su alrededor. La asombrosa capital azteca de Tenochtitlán tenía agua corriente y calles impecablemente limpias y era más grande que cualquier ciudad europea contemporánea. Las culturas mexicanas crearon maíz en un proceso de mejoramiento especializado que se ha llamado la primera hazaña de ingeniería genética del hombre. De hecho, los indios no vivían a la ligera sobre la tierra, sino que estaban diseñando y manipulando su mundo de una manera que sólo ahora estamos comenzando a entender. Desafiante y sorprendente, esta es una nueva mirada transformadora a un mundo rico y fascinante que solo creíamos conocer. Charles C. Mann arroja nueva luz sobre los métodos empleados para llegar a estas nuevas visiones de la América precolombina y sobre el modo en que éstas afectan a nuestra concepción de la historia y a nuestra comprensión del medio ambiente. 1491 es un relato apasionante sobre las diversas investigaciones y las revelaciones científicas de primera magnitud que han cambiado radicalmente nuestra forma de ver la América precolombina.
El prestigioso periodista y escritor británico Alex Renton nos habla de trece alimentos fundamentales como las especias, el aceite, el cacao, el pan y los tomates, mientras explora su rica historia y su evolución, y nos cuenta cómo nuestra hambre insaciable por cada uno de ellos sigue alterando el mundo. Gracias a este libro, verás la comida con otros ojos: como un arma, una forma de arte, una herramienta para la revolución, pero también como fuente de pura felicidad.
Descubre un caleidoscopio de hechos y curiosidades fascinantes, incluidos los placeres olvidados de la manteca, el secreto de la patata frita perfecta y cómo el amor por la pimienta condujo a la piratería.
Una historia épica de China contada por un testigo excepcional, pero también un maravilloso relato que ilustra el poder del arte para generar cambios y la urgente necesidad de proteger la libertad de expresión.
Ai Weiwei es uno de los artistas más famosos del mundo, un creador que rebasa los límites del mundo del arte y ha logrado ser un fenómeno social, un valiente activista y un apasionado defensor de la libertad de expresión. En estas memorias rastrea por primera vez los orígenes de su excepcional creatividad y sus ideas políticas, y explora con lucidez y agudeza la multitud de fuerzas que han dado forma a la China moderna; un ejercicio que además traza una extraordinaria historia del país durante los últimos cien años.
Las esculturas e instalaciones de Weiwei son admiradas en todo el mundo, y sus logros arquitectónicos incluyen la participación en el diseño del icónico Estadio Nacional de Pekín. No obstante, su disidencia lo ha convertido durante mucho tiempo en un objetivo de las autoridades chinas, lo que dio lugar a una aterradora detención secreta en 2011. Su padre, Ai Qing, uno de los poetas chinos más célebres del siglo XX y en su día amigo íntimo de Mao Zedong, fue calificado de derechista durante la Revolución Cultural, y él y su familia fueron desterrados a un lugar desolado conocido como «la Pequeña Siberia», donde fue condenado a trabajos forzados limpiando baños públicos. El artista relata su infancia en el exilio y la difícil decisión de dejar a su familia para estudiar arte en Estados Unidos, donde trabó amistad con Allen Ginsberg y se inspiró en Andy Warhol. Con franqueza e ingenio, detalla su regreso a China y su ascenso de figura anónima a superestrella del mundo del arte.