Los profesionales se encuentran a menudo con pacientes que se resisten incluso a las más sofisticadas técnicas terapéuticas. Existen múltiples teorías explicativas de su conducta, pero lo cierto es que ninguna sirve para aliviar sus dolencias. Estos casos, que provocan una mezcla de compasión y exasperación, frecuentemente conducen a la creencia de que existen pacientes simplemente «imposibles», veteranos de la terapia.
Psicoterapia con casos «imposibles» ofrece un enfoque práctico, con numerosos ejemplos clínicos y varios casos transcritos en su totalidad, acompañados por los comentarios explicativos de los autores para demostrar que es posible conseguir resultados incluso con los casos más difíciles, siempre y cuando la terapia se acomode a las necesidades de cada paciente.
Cómo resolver rápidamente problemas humanos imposibles.
En el centro de esta breve obra se encuentran abundantes casos clínicos, agrupados por los tipos corrientes de síntomas. Las exposiciones se centran en el síntoma y son breves, claras en la lógica de la estrategia y siempre van acompañadas de una ironía amable que manifiesta el espíritu de este enfoque de la terapia breve: tomar plenamente en serio el síntoma que hace la vida imposible al paciente, pero mostrando al mismo tiempo que no es más que una construcción inadecuada que puede ser desmontadas para dar lugar a otra mejor.
El filósofo Byung-Chul Han dirige ahora su mirada crítica hacia las nuevas técnicas de poder del capitalismo neoliberal, que dan acceso a la esfera de la psique, convirtiéndola en su mayor fuerza de producción. La psicopolítica es, según Han, aquel sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente (smart), que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación. En este sistema, el sujeto sometido no es consciente de su sometimiento. La eficacia del psicopoder radica en que el individuo se cree libre, cuando en realidad es el sistema el que está explotando su libertad. La psicopolítica se sirve del Big Data el cual, como un Big Brother digital, se apodera de los datos que los individuos le entregan de forma efusiva y voluntaria. Esta herramienta permite hacer pronósticos sobre el comportamiento de las personas y condicionarlas a un nivel prerreflexivo. La expresión libre y la hipercomunicación que se difunden por la red se convierten en control y vigilancia totales, conduciendo a una auténtica crisis de la libertad.