Un estudio que cambiará nuestro paradigma sobre las mujeres neurodivergentes ―las que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), autismo, sinestesia, alta sensibilidad y trastorno del procesamiento sensorial (TPS)― que explora por qué estos rasgos no se detectan en ellas y cómo se beneficia la sociedad cuando permite que florezcan sus talentos únicos.
Como escritora de éxito graduada en Harvard y Berkeley, emprendedora y madre, Jenara Nerenberg se quedó atónita cuando se enteró de que sus «síntomas» (que siempre habían sido clasificados como ansiedad) coincidían con los del autismo y el TDAH. Como buena periodista, se sumergió profundamente en los estudios científicos y descubrió la neurodiversidad: un marco que se aleja de la patologización y reconoce la gran diversidad de nuestras constituciones mentales. En lo que respecta a las mujeres, las diferencias de procesamiento sensorial suelen pasar desapercibidas, estar enmascaradas o ser confundidas con algo totalmente diferente. Millones de mujeres viven sin ser diagnosticadas o bajo un diagnóstico erróneo, lo que puede conducirlas a la depresión, la ansiedad, a la baja autoestima y a la vergüenza. Mientras tanto, todos nos perdemos los talentos que sus mentes neurodivergentes pueden ofrecernos.
Mentes divergentes es una muy necesaria y esperada respuesta para las mujeres que están convencidas de que son «diferentes». Cuando permitamos que nuestra amplia variedad de constituciones cerebrales florezca, estaremos creando un mejor mañana para todos.
Ya hace mucho tiempo que Howard Gardner cambió nuestro modo de pensar sobre la
inteligencia. En su obra clásica Frames ofMind acabó con la creencia de que se trataba de una simple habilidad que cada ser humano poseía en mayor o menor medida. Y ahora, apoyándose en el sistema que él mismo desarrolló para comprender la inteligencia, nos ofrece una revolucionaria visión de la creatividad, así como fascinantes retratos de algunos de los personajes que más han contribuido a reinventar la idea del ser humano. Tomando como punto de partida su noción de las "siete inteligencias", Gardner analiza siete figuras absolutamente extraordinarias: Sigmund Freud, Albert Einstein, Pablo Picasso, Igor Stravinsky, T. S. Eliot, Martha Graham y Mahatma Gandhi, cada uno de ellos destacado ejemplo de un tipo específico de inteligencia. De este modo, nos muestra que las personas creativas de nuestro tiempo se caracterizan por una configuración específica de su personalidad, y que los modos en que sus ideas se conciben, se articulan y difunden ofrecen numerosas coincidencias. Los individuos creativos se caracterizan por combinaciones poco habituales de inteligencia y personalidad, por ello, las circunstancias en que trabajan y las reacciones del grupo de colegas que les rodean resultan esenciales. Comprender la naturaleza de sus capacidades creativas específicas no sólo arroja una nueva luz sobre sus aportaciones, sino que además nos ayuda a entender la Modernidad: los tiempos que vieron crecer a estos creadores y que ellos, a su vez, contribuyeron a definir.
Uno de los experimentos científicos que marcó el siglo XIX y que contribuyó a la cartografía del globo.
En pleno siglo XIX, el explorador Georg Neumayer tuvo una intuición: los mensajes en las botellas podían ser un instrumento de correspondencia y medición oceanográfica. Así que hizo un experimento y descubrió nuevas conexiones globales. Coleccionó mensajes lanzados por capitanes, funcionarios portuarios y pasajeros; hallados por caminantes y pescadores.
De la mano de Wolfgang Struck descubrimos que se esconde bajo esta forma de recabar datos y esta extraordinaria colección: la necesidad de las civilizaciones de comunicarse y las ansias de conquista de tierras ignotas.