«NADA ES COMPARABLE AL ASOMBRO DE VIVIR».
A lo largo de mi vida, mis terapeutas han sido Platón, Sócrates, Marco Aurelio, san Agustín y Viktor Frankl, entre otros. También pueden ser los tuyos.
La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo.
Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez.
La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor.
La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo.
Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez.
La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor.
Una reconstrucción reveladora del asalto que conmocionó a la España de la posguerra.
Los habían citado para asaltar el cuartel de Falange de Cuatro Caminos y matar a cuantos hombres encontraran allí, y así lo hicieron. Cayeron a balazos dos falangistas. Solo eso salió conforme al plan. Lo pagaron caro. A los que lograron sobrevivir los libró del piquete el servicio secreto americano. Las torturas de la policía, la saña de unos jueces inicuos y sin piedad y el terror del Pce contra algunos de sus camaradas trenzan esta crónica veraz e impactante. El relato de una lucha a vida o muerte entre franquistas y comunistas en un Madrid sórdido para unos, esperanzado para otros y difícil para casi todos.