Erika Fatland nos conduce en esta obra a las alturas vertiginosas del legendario Himalaya, la vasta cordillera que serpentea a través de cinco países en los que el islam, el budismo y el hinduismo se mezclan con ancestrales creencias chamánicas. Innumerables lenguas y culturas muy distintas entre sí cohabitan en los recónditos valles del llamado techo del mundo.
Una historia mundial de la costura, el bordado y las personas que han utilizado aguja e hilo para hacer oír su voz. En la Argentina de la década de 1970, las madres marchaban con pañuelos en la cabeza bordados con los nombres de sus hijos «desaparecidos». En la Inglaterra de los Tudor, cuando María, reina de Escocia, estaba bajo arresto domiciliario, sus bordados llevaban mensajes al mundo exterior. Desde la propaganda política del tapiz de Bayeux, los soldados de la Primera Guerra Mundial lidiando con el trastorno de estrés postraumático y los mapas cosidos por colegialas en el Nuevo Mundo, hasta la colcha sobre el sida, las historias tejidas de los hmong y los sombreros rosas con orejas de gata de las marchas feministas, mujeres y hombres han utilizado el lenguaje de la costura para hacer oír su voz, incluso en las circunstancias más desesperadas. Hilos de vida es una crónica de identidad, protesta, memoria, poder y política contada a través de la costura. Hunter teje su propia narrativa mientras nos lleva a lo largo de siglos y a través de continentes (desde la Francia medieval hasta el México y los Estados Unidos contemporáneos, y desde un campo de prisioneros de guerra en Singapur hasta un ático familiar en Escocia) para celebrar la belleza y el poder milenario, universal y poco explorado de la costura. Un libro evocador y conmovedor sobre la necesidad que tenemos de contar nuestra historia.
A principios del siglo xx, nuevos movimientos espirituales como la teosofía, difundida por Helena Blavatsky o Annie Besant, entre otras figuras, y la antroposofía de Rudolf Steiner, con su búsqueda de un lenguaje capaz de expresar una realidad metafísica, inspiraron no sólo a conocidos pioneros del arte abstracto, como Kandinsky, Mondrian o Malévich, sino también a ciertas mujeres solitarias, imbuidas de un rico mundo interior, como Georgiana Houghton o Hilma af Klint. La presente antología -basada en un seminario celebrado en el Museo Guggenheim de Nueva York en octubre del 2018- examina en detalle este sugestivo fenómeno cultural a través de la fascinante figura de Hilma af Klint, cuya obra pictórica ha acaparado un asombroso interés internacional más de cien años después de su creación.