En Free Play, Stephen Nachmanovitch propone una meditación magistral sobre cómo la improvisación se puede aplicar no solo al arte sino también a la vida y sobre cómo, al hacerlo, desbloquearemos nuestra creatividad.
«¿Cómo se aprende a improvisar? ¿O, en todo caso, cómo se aprende cualquier arte? ¿O cualquier cosa? Es una contradicción, un oxímoron. Ve y dile a alguien: “¡Sé espontáneo!”. O trata de que alguien te lo diga. Nos sometemos a maestros de música, de baile o de talleres literarios que pueden criticar o sugerir, pero lo que realmente nos piden es que “seamos espontáneos”, que “seamos creativos”. Y eso, por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cómo se aprende a improvisar? La única respuesta es otra pregunta: ¿Qué nos lo impide? La creación espontánea surge de lo más profundo de nuestro ser. Lo que tenemos que expresar ya está en nosotros, somos nosotros, de manera que la creatividad no es una cuestión de encontrar el material, sino de desbloquear los obstáculos para que fluya naturalmente.
George Charles Roche III publicó en 1971 un libro susceptible de descubrirnos la personalidad de su protagonista más allá del papel que desempeñó como figura fundamental del movimiento librecambista y defensor y propagandista de los principios liberales.
En Frédéric Bastiat: Un hombre único, además de explicarse la vida y la obra del personaje en el marco de la historia política y de las ideas sociales y económicas de la Francia de la época, se presenta al personaje como un defensor de los derechos de la gente de la calle, que es la que más sufre los efectos de las políticas erróneas de los gobiernos.
Por ello la educación de la población fue siempre para él una cuestión fundamental, que relacionaba con el funcionamiento mismo del sistema democrático, en el que , en principio, el gobierno y la ley están sometidos a la voluntad popular: pero sabemos que, en muchos casos, lo que defienden las leyes son intereses particulares de determinados grupos, a costa de los derechos e intereses de otros.
Conceptos como raza, identidad y colonialismo han cobrado un renovado protagonismo en la discusión pública actual, por lo que la obra de Frantz Fanon y su influencia en diversas corrientes filosóficas despierta hoy un vivo interés. La profunda originalidad de sus planteamientos sobre los fenómenos de alienación y la formación de complejos de inferioridad en los pueblos colonizados, o la violencia de los colonizadores, hacen que su voz, alejada de la academia y de los circuitos intelectuales, sea de nuevo escuchada. En este libro, Tommaso Sgarro presenta el pensamiento de Fanon como una verdadera contribución a la filosofía del siglo xx. En diálogo crítico con la filosofía hegeliana, el existencialismo, el psicoanálisis y el marxismo, la obra del martiniqués propone desafiar al humanismo occidental mediante una nueva interpretación de la dialéctica y desmonta la dinámica psicológica y social del colonialismo, buscando una praxis renovada de transformación humana.