Imprevisible y sin embargo regular, siempre nueva a la vez que inteligible, la moda no deja de interesar a psicólogos, sociólogos y estetas. En este libro, sin embargo, Roland Barthes la cuestiona desde un punto de vista distinto: considerándola a través de las descripciones de la prensa, descubre en ella un sistema de significaciones y la somete por primera vez a un verdadero análisis semántico. ¿Cómo los hombres y las mujeres pueden crear sentido a través de sus vestimentas?
Es controladora, te critica y se entromete en tu vida constantemente. Cuando intentas establecer límites, la resistencia y la culpa resultantes son tan intensas que te dices a ti misma que no vale la pena.
¿Tu madre es narcisista, tiene un trastorno límite de la personalidad o simplemente es difícil?
¿Eres empática, sensible y amable?
¿Te sientes atrapada en la relación con tu madre de las siguientes formas?
- Intentas complacerla, pero nunca te sientes suficiente
- Te sientes responsable de su bienestar emocional
- Tienes problemas para establecer límites sin sentirte culpable o recibes tanta resistencia que terminas pensando que simplemente no vale la pena
Si es así, es probable que hayas caído en las trampas psicológicas ocultas que constituyen el síndrome de la buena hija.
Una aproximación poética al arte de la meditación.
En el mundo de Chandra Livia Candiani, donde la palabra es imagen y poesía, meditar es quedarse quieto, seguir con paciencia la respiración y acogerla en silencio y con humildad; es seguir los movimientos de nuestra mente sin detenernos en los pensamientos sobre el pasado y el futuro, y dejar que pasen delante de nosotros como pájaros en un cielo vasto.
Meditar no consiste en crear un vacío a nuestro alrededor, sino en unir dos mundos: el de lo espiritual y el de lo cotidiano. Y entonces los gestos más ordinarios como cocinar, lavar, limpiar o leer pueden convertirse en formas de oración, en rituales que nos conectan en intimidad con nosotros mismos y lo que nos ocurre.
Escrito con una bella prosa poética, El silencio es algo vivo nos sumerge en un viaje hacia la práctica meditativa y nos demuestra que sembrar la meditación, así como la poesía, significa ante todo avivar la conciencia y reconocer que comprender es aprender a escuchar y esperar.