Hablar sobre las adicciones se ha convertido en un estigma social, se nos ha hecho creer que adicto es aquel que está tirado en una cuneta, sucio y harapiento, pero la realidad es que cada día más personas caen presas de esta terrible enfermedad espiritual, física y emocional que nos roba la paz y el propósito.
Este es un hermoso recorrido de noventa días que te invita a reconocer que es aquello que te hace entrar en obsesión y compulsión y te aparta de la vida de plenitud que te ofrece Dios, dispón tu corazón a recibirlo y Dios hará.
En este devocional encontrarás temas como:
La negación
La Ingobernabilidad
Admisión
Esperanza
La Naturaleza Pecaminosa
La Rendición y muchos otros temas que acapararán tu atención.
«Con el estado de ánimo de quien reconoce que la vida ha sido amable con uno y sabiendo que sería un desagradecido si no reconociera que, hasta ahora, los momentos placenteros han superado con creces a aquellos otros dominados por la amargura y la desesperación, me encuentro, con noventa años a las espaldas y en un siglo distinto a aquel en que nací, en condiciones de reflexionar sobre la persistencia de ciertas imágenes en la retina. Esas imágenes me han acompañado para recordarme que sí hay una respuesta a las grandes preguntas:¿De dónde vienes y adónde vas? Vengo de allí, de la guerra. Voy allá, hacia la muerte, y, entre medias, la vida de cada día».
Una voz combativa y franca, sin barreras, que habla de «la tierra que duele, el viento que llora cuando se muere de frío, la mera existencia cuando te deja de pertenecer».
De furia y miel, es el resultado de varios años de trabajo, con un ambicioso abanico temático que subyugará a los lectores, especialmente a las jóvenes que se reconocerán en su subjetividad más combativa, más fresca y desenfadada: sin cortapisas despliega un enfoque femenino de la realidad de los cuerpos, las rutinas del amor y del trabajo, la vida que nos enaltece o nos hunde según el tiempo que nos toca vivir. Aquí aborda desde su particular y intuitiva voz poética: «el dolor que me reconoció en mis peores noches, los intentos en los que fracasé y todas y cada una de las veces en las que se me cerraron las puertas y me dijeron que no».