Este libro está dirigido a psicoterapeutas y gira en torno a cómo trabajar las emociones en el espacio psicoterapéutico, desarrollando paso a paso una metodología de intervención basada enteramente en la práctica clínica y aplicable a partir de cualquier modelo de trabajo terapéutico. Guía para la intervención emocional breve ofrece toda una serie de recursos para activar y desactivar las emociones en el transcurso de una sesión con el objetivo de «liberar un proceso terapéutico cuando los recursos habituales se han agotado». Así, se expone el procedimiento de actuación frente a las emociones básicas: la ansiedad, la rabia, el miedo, la pena y la vergüenza. Esta obra tiene un carácter práctico con el objetivo de facilitar la labor del terapeuta en la consulta. Combina de forma integrada diferentes enfoques psicoterapéuticos con el fin de conseguir un cóctel lo suficientemente intenso como para que se logre abrir la «ventana emocional» de los clientes y promover la abertura indispensable hacia el cambio y la resolución de los conflictos internos.
-El famoso lingüista e intelectual estadounidense denuncia en esta obra las terribles consecuencias de la política imperialista de su país.Un estudio sobre la estrategia de EE. UU. para instaurar su hegemonía a nivel mundial, utilizando cualquier medio y sin que importe el coste. El famoso lingüista e intelectual estadounidense Noam Chomsky señala en esta obra las terribles consecuencias que puede tener la política imperialista de su país. Chomsky expone, con la aplastante lógica que le caracteriza, cómo las manifestaciones de los políticos estadounidenses sobre el control global #desde el unilateralismo hasta el terrorismo de Estado y la militarización del espacio- se han apuntado al carro de una hegemonía que, en última instancia, amenaza la supervivencia del resto del planeta.
«En nuestros días, después de subir las cuestas del Palatino y atravesar el caos de ruinas de lo que un dpia fue el palacio de los emperadores romanos, se llega a una angosta plataforma que domina el valle del Tíber. Ésta, antiguamente cubierta por tierra que traían las lluvias y por toda clase de desechos, hoy está despejada, y en el suelo aparecen los vestigios de una singular aldea que se levantaba en este lugar hace casi tres mil años. Esta aldea, que quizá comprendiera unas decenas de modestas cabañas hechas con ramas entrelazadas y sostenidas por postes de madera, es todo lo que queda de la Roma más antigua.»