En marzo de 2022, Alfonso Guerra se sentó frente a la cámara del cineasta Manuel Lamarca para hacer un repaso a su trayectoria personal y política. Este libro recoge los mejores momentos de las grabaciones, en las que Guerra se muestra directo y sin las cortapisas de «lo políticamente correcto». El lector podrá conocer los entresijos de la Transición, cómo se desarrolló la elaboración de la Constitución, el golpe de Estado del 23F, la histórica victoria del PSOE de 1982, su trabajo como vicepresidente o su salida del Gobierno. Sin olvidar al hombre detrás del político, su faceta más personal y familiar, así como sus gustos literarios, musicales o cinematográficos, enriquecidos por el trato con las personalidades de todo tipo que ha conocido a lo largo de su vida.
Este grupo de jóvenes pensó que, a pesar de sus discrepancias, serían capaces de poner en práctica esas ideas. Y en cierto momento eso pareció posible. Pero a partir de 2018, a raíz de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la presidencia, ese grupo no solo empezó a disgregarse, sino que muchos de sus miembros se enfrentaron abiertamente y en público, dejando claro que esa vía de modernización era imposible en la España actual, más polarizada y partidista que en cualquier otro momento de las últimas décadas. Esta es la historia de su fracaso.
Cómo cambiar tu vida con la lectura de los grandes textos literarios. Los clásicos: modo de empleo. Una extraordinaria reflexión sobre la capacidad transformadora de la lectura sobre nuestra existencia
Este ensayo explora la permanente necesidad que los seres humanos tenemos de vivir envueltos en historias y ficciones. Según Mèlich, los grandes maestros de la literatura universal lo son no porque en sus obras nos expliquen cómo hay que vivir, sino porque desvelan sin ambages la precariedad, la ambigüedad y la inasible fragilidad de nuestra existencia. Lejos de los manuales de autoayuda, este apasionado y apasionante ensayo defiende la capacidad transformadora—para bien o para mal—que los grandes textos literarios pueden ejercer sobre nosotros. La lectura, entendida como una actividad de riesgo.
A lo largo de los siglos IV a I a. C., los antiguos griegos desarrollaron un creciente interés por algunos de los pueblos con los que estaban en contacto. A pesar de valorar enormemente su propia cultura, la civilización helena se abrió a apreciar y aprovechar los conocimientos de los que ellos concebían como bárbaros. En este ensayo clásico sobre los intercambios culturales, Arnaldo Momigliano investiga la circulación internacional de ideas que se dieron sobre todo entre Grecia y los romanos, celtas, judíos e iranios, cómo se estableció una relación especial entre ellos y cómo todo ello tuvo consecuencias para que su influencia y dominio intelectual se prolongara en el tiempo.
Cuando hablamos de psicópatas nos vienen a la cabeza personajes como Hannibal Lecter, el carnicero de Milwaukee o Dexter. Y, sin embargo, en este libro no sólo se habla de ellos. En él se citan otros nombres como los de Neil Armstrong, Bill Clinton, Vincent Van Gogh o J. F. Kennedy. Porque según Kevin Dutton, psicópatas hay muchos y en absoluto tienen por qué ser criminales o asesinos. La psicopatía es solo un índice de esa «escala de locura» en la que estamos todos nosotros, y existe una línea de separación muy fina entre el perfil de un neurocirujano y el de un asesino en serie. Se puede decir, por tanto, que los psicópatas gozan de rasgos positivos e imprescindibles para triunfar en el siglo XXI: son atrevidos, carismáticos, implacables, centrados, fríos y seguros de sí mismos.
De todos los grandes forajidos del Viejo Oeste ninguno ha dejado una huella más duradera que William H. Bonney, también conocido como Billy the Kid. Algunos creen que su leyenda comenzó cuando murió a manos de Pat Garrett en la noche del 14 de julio de 1881, otros piensan que fue con su increíble huida de la prisión de Lincoln unos meses antes, mientras que, para otros, su origen está en la publicación del libro de Noble Burns en 1926. Esta temprana biografía, en parte novelada, fue escrita cuando el Kid aún vivía en la memoria colectiva de muchos participantes directos en los acontecimientos, con los que Burns se entrevistó.