Este Breve diccionario de la Biblia, obra de referencia desde su primera publicación en castellano en el año 1976, incluye entradas relativas a cada uno de los 72 libros de las Sagradas Escrituras y ofrece una clara visión de conjunto, sin omitir detalles importantes y evitando una fácil superficialidad, de modo que en un espacio reducido se satisfacen todas las necesidades de un trabajo bíblico práctico.
Al ser un manual breve ofrece la ventaja del bosquejo rápido, en el que los rasgos esenciales y el sentido del conjunto quedan vigorosamente destacados al prescindir de la multiplicidad de pormenores. No es propiamente una obra de consulta (a esto se presta la Historia de la filosofía, en dos tomos, del mismo autor), sino que sirve de iniciación en la materia. La misión del historiador no se agota en la simple exposición de las ideas filosóficas, sino que además debe invitar, desde su especial enfoque, a revivir el hecho histórico y a repensar los problemas y las doctrinas, contribuyendo a la formación filosófica general del lector. La finalidad que persigue el autor es sobre todo iniciar en el espíritu de la filosofía, ofreciendo una clara visión del proceso histórico que ha conducido al planteamiento de los problemas filosóficos y ha provocado la meditación sobre ellos.
He aquí que hemos dejado a su disposición y a la vez a su consideración una visión incuestionablemente acertada respecto a las medidas de fondo que hemos de implementar para poder al fin enfrentar con éxito los principales males sociales que nos afectan.
Jared Diamond se pregunta cómo unas sociedades que han desaparecido sin apenas dejar huella de su evolución han alcanzado una próspera civilización material y cultural. El punto de partida es una rigurosa investigación de los casos de culturas que no han perdurado: historias trágicas como la de los mayas, los habitantes de la isla de Pascua, los indios anasazi en Norteamérica; historias menos terribles como las de Islandia o de Japón; historias de vencedores y vencidos como el caso de la República Dominicana y de Haití y, finalmente, historias aún abiertas como las de China o de Australia, que están buscando soluciones innovadoras a sus desafíos ecológicos y sociales.
A pesar de su origen diverso, los cuatro ensayos que forman este volumen constituyen una unidad de contenido. En el primero Habermas elabora las tesis para una división del trabajo entre las investigaciones empíricas y las filosóficas, alentado por el ejemplo de la epistemología genética de Jean Piaget. En el segundo ensayo la teoría de la moral de Lawrence Kohlberg sirve a Habermas como modelo para aclarar la interpretación de las explicaciones causales y las reconstrucciones en función de hipótesis. El tercer trabajo, escrito con motivo de un homenaje a Karl-Otto Apel, pretende ayudar a esclarecer la propuesta de la ética discursiva. El último, en fin, es una contribución a la división del trabajo planteada desde la asunción de que el desarrollo de una ética discursiva no es una tarea autosuficiente.
El libro ilustra una serie de doctrinas constitucionales, es decir, de doctrinas que en distintas épocas han tomado la constitución como objeto propio, entendida ésta como ordenamiento general de las relaciones sociales y políticas. Releer estas doctrinas significa penetrar en el tejido vivo de la historia constitucional: desde la polis griega del siglo IV a.e. a través de los reinos, los territorios y las ciudades medievales, hasta los Estados nacionales y las democracias de los últimos siglos. En la Edad Moderna, que ocupa la mayor parte del ensayo, la reflexión sobre la constitución encuentra grandes novedades antes desconocidas: los poderes soberanos; las revoluciones y el poder constituyente; los derechos individuales, que precisamente se quieren garantizar por medio de la constitución, y los Estados nacionales y las democracias contemporáneas. Fioravanti no intenta narrar un suceso unitario, cuya historia pueda desarrollarse desde unos presuntos orígenes antiguos hasta los resultados actuales. Al contrario, narra una pluralidad de sucesos con el intento de reconstruir cada uno de ellos al significado que deriva de su pertenencia a un tiempo histórico preciso, con su propia originalidad y realidad específica. Sobre esta base cada lector valorará a su manera las conexiones que existen entre las distintas épocas y sentirá como más o menos actuales las soluciones ofrecidas en épocas incluso muy lejanas a la nuestra.
Cuestión de énfasis reúne 41 ensayos escritos entre 1982 y 2003 y seleccionados por la propia autora; un compendio de prólogos, artículos y semblanzas en los que Sontag analiza la obra de escritores como Borges, Machado de Assis o Robert Walser, contagia su pasión por el cine y la fotografía y da muestras de su inquebrantable compromiso ético y estético con los retos del mundo contemporáneo. Sin lugar a dudas, Susan Sontag es una de las figuras imprescindibles del pensamiento del siglo XX.