La moda se inserta en el centro mismo de la modernidad occidental. El objetivo primero de este libro es el de reinterpretar este problema en su totalidad. ¿Cómo entender la aparición de la moda en Occidente? ¿Cómo explicar la versatilidad de la elegancia? ¿Cuáles son los grandes momentos históricos, las grandes estructuras que han determinado la organización social de las apariencias? Hoy en día, hemos entrado en una segunda fase de la vida secular de las democracias, organizadas cada vez más por la seducción, lo efímero, la diferenciación marginal; en la segunda parte del libro la moda aparece como un instrumento de la consolidación de la democracia, de las sociedades liberales, como un vehículo inédito de la dinámica modernizadora. Tal es la provocativa tesis del autor.
El Japón es el país de la escritura. En 1970, Roland Barthes dedica una obra al sistema simbólico japonés, en un viaje no por el Japón rela, sino por el de sus signos. Barthes no es el turista que pasea por las calles, degusta la gatronomía o asiste a representaciones teatrales, sino el semiólogo que se afana por interpretar el significado y el significante. El resultado es un tratado sobre el signo, sus reglas y su belleza.
Con El Imperio de los signos, Roland Barthes, uno de los máximos representantes del postestructuralismo francés y uno de los padres de la semiótica moderna, inicia una fase en la que comienza a sentirse escritor, a construir un estilo propio; en palabras del autor: "Este libro es una especie de entrada, no tanto en la novela cuanto en lo novelesco"
En estas páginas se recoge la extraordinaria vida del Nobel de la Paz 1993 escrita de su puño y letra: una vida consagrada a la lucha contra la opresión racial que lo alzó a la presidencia de su país. En El largo camino hacia la libertad Nelson Mandela recorre el sendero de su extraordinaria vida. Descubriremos sus primeros pasos como estudiante y pasante en Johannesburgo, el lento despertar de su conciencia política, la ruptura de su primer matrimonio, la dolorosa separación de sus hijos, los veintisiete años que estuvo en prisión -repletos de acontecimientos-, su libertad y la instauración definitiva en Sudáfrica de una democracia multirracial. Una obra magistral destinada a ocupar un lugar de honor entre las memorias de las figuras más importantes de la historia.
Uno de los libros más famosos de la segunda mitad del siglo XX, el más difundido, el más veces traducido y editado, no tiene lectores ni se encuentra fácilmente hoy en día. No es un fenómeno literario; es un fenómeno sociológico y político. Que no se engañe el curioso lector, este es un manual para la lucha, otra forma de l lamar a la guerra. Un instrumento eficaz como lo fueron para Mao, en la Larga Marcha, la linterna o los mapas. El joven revolucionario ha de llevarlo consigo siempre, consultarlo, aprenderlo de memoria, dormir con él y guardarlo en un bolsillo de la camisa. Es la guerra del pueblo contra sus enemigos, capitalismo e imperialismo. Estos son tan poderosos que el único modo de ganarla es multiplicar los soldados de la joven guardia roja. Del libro se han publicado hasta hoy más de novecientos millones de ejemplares, lo que lo convierte, tras la Biblia y el Corán, en el título más veces publicado de la historia.
El ensayo titulado El malestar en la cultura, en el que Sigmund Freud (1856-1939) sentó que nuestra especie ha pagado por el progreso el elevado precio de sacrificar la vida instintiva y reprimir la espontaneidad, es, como señala Carlos Gómez en la introducción al mismo que enriquece esta nueva edición, uno de los ensayos con más amplias repercusiones en el pensamiento del siglo XX. Completan el volumen otros trabajos fundamentales, como son «Sobre la conquista del fuego», «Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte» y los seis ensayos destinados a ser publicados bajo el rótulo genérico «Metapsicología», entre los que se halla el célebre «La aflicción y la melancolía».
La historia de pederastia en la Iglesia que nadie quiso escuchar
A los dieciséis años, Miguel Hurtado se apuntó al grupo de scouts de Monserrat por recomendación de una amiga de su madre. Miguel, que acababa de empezar a aceptar su homosexualidad y que lidiaba, día a día, con los eslabones oxidados de una familia disfuncional, se apoyó en esos momentos tan delicados en el germà Andreu, el monje de sesenta años que había fundado el grupo scout, un hombre querido y respetado por la comunidad. Creyéndose a salvo en Monserrat, Miguel confesó al germà su identidad sexual y este, bajo el pretexto de «ayudarle a curarse», abusó sexualmente de él.