Un enemies to lovers que derretirá hasta el corazón más frío.
Abby Langford lleva enamorada del patinaje artístico sobre hielo desde que se mudó a Massachusetts. Ahora que por fin ha terminado la universidad, debería estar centrada en ganar la copa Cranberry junto con su mejor amigo, Sean, si no fuera porque este se ha lesionado en el último momento. Así que a Abby no le queda más remedio que encontrar otro compañero en tiempo récord o estará fuera de la competición.
Tao Williams es su única esperanza.
Abby detesta tener que pedirle ayuda a Tao, pero sabe que el excapitán del equipo de hockey del instituto en el que estudiaron se defiende sobre el hielo. O lo hacía, antes de que una grave situación familiar lo alejara del deporte para siempre.
Fer ya no quiere vivir. Alex necesita salvar a alguien. Una historia de amor imposible que te hará recuperar la fe y reconectar con lo esencial de la vida.
Alex es enfermera en un hospital de Nuevo México y lleva una vida monótona y tranquila hasta que la muerte de su padre lo cambia todo. Ahora se siente perdida y solo encuentra consuelo en su conexión con la naturaleza y en la fotografía analógica. Fer, por el contrario, está en su mejor momento: es atractivo, conduce un coche de lujo y gana mucho dinero. Pero un grave accidente lo deja postrado en una camilla sin fuerzas para luchar. En el hospital se cruzarán sus caminos y ocurrirá lo inesperado.
Eden solía pensar que Josh era el único que podía salvarla. Él, con su amable sonrisa, su trato cuidadoso y su corazón sincero, era lo mejor que había en su vida en mucho tiempo, pero no podía ser quien la rescatara. Porque eso era algo que tenía que hacer la propia Eden sola.
En el instituto, Josh y ella jamás tuvieron oportunidad de tener una relación sana. Eden cargaba con las consecuencias de un suceso devastador, mientras Josh lidiaba con el alcoholismo de su padre. Sin embargo, ahora ella ha hecho frente a su agresor y va a empezar la universidad, y puede que allí ambos encuentren el lugar y el momento adecuados…
Volver a Newford parecía sencillo, pero Trinity no esperaba tener que lidiar con tantas cosas a la vez.
Su hermana, Laureen, ha decidido venirse a Keens y hacerle la vida imposible. Su pasión por la equitación no es lo que era, y tras pasar tantos meses fuera, su relación con Jordan parece haber cambiado.
Cuando Jordan y ella fingen que salen juntos para que Laureen la deje en paz, Trinity empieza a pensar que esta confusión es lo último que necesita. ¿O quizá es justo lo que le hacía falta para aclararse?
Cuando la línea entre el amor y la amistad no está clara, dar el primer paso significa arriesgarlo todo…
Lo último que necesitas en el inframundo es enamorarte.
Los dioses, incluida mi propia madre, solo han mentido sobre mí. Me trataron como una pieza más en sus siniestros planes. Inventaron que Hades me secuestró para convertirme en su esposa, pero en realidad escapé. Y lo peor fue que, tras mi huida, el enojo de mi madre hizo que la tierra y los cultivos murieran, poniendo la humanidad en peligro.
LA VERDAD, MI VERDAD, VA MUCHO MÁS ALLÁ.
Llegué al Inframundo escapando de un matrimonio de conveniencia. No iba a permitir que me casaran con Apolo, un dios que solo puede pensar en sí mismo. Ahora, lo único que necesito es que Hades, el odioso, sexy y arrogante rey de este escabroso lugar, me ayude con mi plan. Uno que sacudirá al Monte Olimpo desde sus cimientos y tendrá consecuencias mortales, especialmente para quienes ya estamos en el infierno.
Imagíname
Señora de mi propio universo
Soy todo lo que alguna vez soñé
Juliette Ferrars.
Ella Sommers.
¿Quién es verdad y quién es mentira?
Ahora que Ella sabe quién es Juliette y para qué la crearon, la situación no ha hecho más que complicarse. Mientras procura comprender el pasado que la persigue y mira hacia un futuro más incierto que nunca, las líneas que separan el bien del mal, que separan a Ella y a Juliette, se difuminan.
Y con viejos enemigos en el horizonte, tal vez no pueda controlar ni su propio destino.
El día del ajuste de cuentas del Restablecimiento se acerca. Pero ¿estará en su mano decidir en qué bando luchar?