Una historia sobre el amor, la superación y el crecimiento personal, sobre cambiar los ritmos frenéticos de la vida y vivir una vida pausada en armonía con los ritmos de la naturaleza.
Tras tres años infernales junto a Ben y un hijo en común Mel siente la valentía de acabar con la relación tóxica en la que se ha convertido su vida. La idea huir a Montana, comprar una pequeña cabaña en Yellowstone para rehabilitar y convertirla en una casa rural en la que vivir junto a su hijo, servir desayunos caseros, disfrutar de las flores, las sábanas colgadas en el jardín, las tardes de té y lectura entre montañas nevadas le agita el corazón. Lo que Mel no se imagina es la gran aventura que le espera por vivir, lo difícil que es salir de una relación tóxica donde el maltrato está a la orden del día. Lo difícil que es emprender sola y más con un hijo. Lo increíble de volver a enamorarse y sanar las heridas del pasado.
A Mel le espera el invierno más cálido de su vida en su nuevo destino, Montana.
DAMIÁN NO SE CONSIDERÓ AFORTUNADO HASTA QUE CONOCIÓ LOS OJOS DE BIANCA; ELLA NUNCA CREYÓ EN EL AMOR HASTA QUE SE ENCONTRÓ CON ÉL
Sus caminos se cruzaron cuando coincidieron una noche en el mismo callejón, al que llegaron escapando de sus caóticas vidas. Ese lugar se convirtió en Serendipia, un refugio en el que los problemas se extinguían con el humo de un cigarrillo. Bianca cree ser un torbellino que destroza todo a su paso, mientras que Damián solo la considera un rayo de luz para su vida. Él asemeja su realidad a un diluvio interminable, pero ella lo ve como una lluvia capaz de apagar los incendios de su corazón. Una historia de amor tan emotiva que querrás abrazar las almas de los protagonistas.
Una novia a la fuga, un friki desempleado y un perro en celo… ¿Qué podría salir mal?
Levina Roth se encuentra camino del altar para casarse con un hombre al que no ama.
Allek Morris recibe una llamada para ofrecerle su trabajo soñado en una ciudad al otro lado del país.
Cuando sus caminos se crucen, Levina convencerá a Allek de que la lleve con él a Portland. Pero Allek sospecha que no todo es como Levina le cuenta. Durante un viaje en el que se enfrentarán a atracadores con pistola, cabañas siniestras e intentos de secuestro, comenzarán a conocerse cada vez mejor y a descubrir que la vida al lado del otro puede ser muy divertida.
Porque, cuando se juntan dos personas que vienen de mundos tan opuestos... cualquier cosa es posible.
Viaja a Interior, un mundo brutal y hermoso, y pasa una noche con el Exterminador...
Oye el susurro de los huesos al viento... Conoce a una mujer que fue asesinada dos veces... y sobrevivió.
Melissa Albert, autora de la dulogía La puerta del bosque, regresa con una recopilación de doce historias originales ilustradas de un modo fabuloso.
Mi profesora creyó que Ryen era un chico, la suya que Misha era nombre de chica y las dos, completamente equivocadas, nos juntaron para ser amigos por correspondencia. A nosotros no nos costó mucho darnos cuenta del error, pero antes ya habíamos discutido sobre cualquier tema posible: ¿la mejor pizza de la ciudad? ¿iPhone o Android? ¿Es Eminem el mejor rapero de todos los tiempos?
Y ese fue el principio de todo. Esos fuimos nosotros los siguientes siete años.
Ella siempre escribía en papel negro con boli plateado. No lo hacía con regularidad: a veces me llegaba una a la semana. Otras, tres en un día. Daba igual. Las necesitaba. Ella es la única que me mantiene centrado, que me habla y que acepta todo aquello que soy. Solo tenemos tres reglas. Sin redes sociales, sin teléfono, sin fotos. Teníamos algo bueno. ¿Por qué arruinarlo?
CONOCER A UNA PERSONA TE PUEDE CAMBIAR LA VIDA
Jack Ross no creía en el compromiso, y hasta ahora no le había ido mal. La fantasía del amor verdadero, de ese cruce de miradas que te cambia la vida por completo, no era más que un argumento sobreexplotado de las películas que más solía criticar.
Por eso, ¿qué importaba que hubiera conocido a Jenna?
¿Qué importaba si pasaban tanto tiempo juntos?
¿Qué importaba si, poco a poco, iba abriéndole su corazón?
Y, sobre todo, ¿qué importaba el riesgo de que se rompiera?
En tres meses pueden ocurrir muchas cosas, y enamorarse es una de ellas.
Jack Ross no iba a ser menos.