Una chica que huye. Una banda de mercenarios vikingos. Un romance prohibido. Y un secreto que les amenaza a todos.
La reina de Íseldur ha puesto un precio sobre la cabeza de Silla Nordvig, quien tras la muerte de su padre se ve obligada a adentrarse en el peligroso Camino de Huesos.
Desesperada por sobrevivir, Silla se cuela en uno de los carros de la banda de las Hachas Sangrientas, un grupo de mercenarios tan peligrosos como atractivos.
Con los asesinos de la corona acechando por todas partes, ¿conseguirá Silla escapar con su vida, y su corazón, intacto?
Dianna solo piensa en una cosa: vengarse. Cuando le arrancan la poca humanidad que le queda, decide entregarse a su faceta más monstruosa y ver el mundo arder.
Samkiel, el único que se niega a aceptar que la chica a la que amó se ha convertido en el monstruo que todo el mundo dice ver en ella, está decidido a hacer lo que sea para salvarla de sí misma, aunque eso implique perderla.
Ahora que todos los reinos están sometidos al ejército de Kaden y que se avecinan nuevas amenazas, Samkiel no puede permitirse bajar la guardia. Pero, a medida que Dianna se vuelve más sanguinaria, se da cuenta de que el tiempo se le está agotando y no sabe si será capaz de salvarla y sobrevivir…
Donde hay dioses, hay monstruos.
Clay Johnson tiene un cuerpo de infarto y una sonrisa que te detiene el corazón... Como coordinadora de Relaciones Públicas de su equipo de fútbol universitario, solía ser el jugador más fácil de abordar, hasta que su novia rompió con él y se convirtió en mi mayor dolor de cabeza.
Cuando me pilla derrumbándome frente al tío que me gusta, Clay se encarga de tramar un plan absurdo: él me ayudará a llamar su atención mientras finjo ser su novia para poner celosa a su ex.
Sin embargo, conforme pasamos más tiempo juntos, más me cuesta distinguir lo falso de lo real y, en particular, no puedo negar el modo en que mi cuerpo reacciona cada vez que me toca.
Pusimos unas reglas claras. Implementamos unas barreras. Pero dicen que las reglas se hicieron para romperse. Y, al parecer, los corazones también.
Soy padre soltero y lanzador titular del principal equipo de béisbol de Chicago. No doy abasto para criar a mi hijo y todas las canguros anteriores me han durado solo unas semanas antes de despedirlas. Ahora, mi entrenador se ha puesto firme y ha contratado a la única persona a la que no puedo echar, su hija.
Miller Montgomery es la última mujer de la que debería enamorarme. Demasiado alocada, joven y desapegada. Chicago no es más que una breve parada para ella. Creía que contaría los días que faltaban para que se fuera, pero el verano es muy corto cuando quieres que se quede para siempre.
Mi madre solía describir la pequeña isla donde vivimos como un lugar donde las olas llegan a la orilla con suavidad, la arena es dorada y el mar sabe a sal.
El tiempo me hizo ver que Helena, mi madre, era tan grandiosa que consiguió hacernos felices aun cuando su vida se rompía en mil cristales diminutos.
Ella siempre decía que la mejor parte de alejarse de casa es volver. Luna debe pensar igual ya que ha vuelto seis años después de macharse sin mirar atrás, alejándose de mí en el peor momento de mi vida.
LUNA
En el extremo más alejado de la isla y, sendero arriba, se encuentra el lugar más bonito de Isla de Sal, al que me dirijo por primera vez en seis años. La librería de Helena se encuentra en un pequeño acantilado con unas vistas increíbles. Este lugar y sus dueños, Helena y Lucio, fueron un bálsamo para mí.
Y sus hijos, Orión y Galatea, fueron mis mejores amigos hasta que las cosas se complicaron demasiado y mi vida se derrumbó tanto como para que optara por irme dejando atrás a mi familia, mis mejores amigos y a Orión, mi primer amor. Seis años después estoy de vuelta y no tengo ni idea de cómo irán las cosas.
¿Quedará algo que salvar de aquel amor adolescente o las decisiones del pasado pesarán más?
¿Será cierto que hay cosas imposibles de perdonar?
Tras varios meses en las sombras, la familia de extraños intenta recomponerse. El mundo de Caleb se ha desmoronado. El tiempo transcurre, pero él sigue viviendo en esa misma noche. Sigue paralizado en ese mismo dolor. Su familia necesita que despierte. Él necesita buscarla. Y necesita encontrarla. El mundo de Victoria se ha transformado. Intenta descubrir quién es, pero su antiguo yo sigue fragmentado en cientos de pedazos. El chico que la acompaña necesita que ella sea fuerte. Ella necesita entender por qué siente esa conexión con él. Y por qué una voz en lo más profundo de su cabeza le dice que tiene un hogar al que volver. Huir ya no es una opción para nadie. La única posibilidad de supervivencia es enfrentar el pasado y desafiar el olvido. ¿Se puede cambiar el destino cuando ya ha sido escrito? ¿Se puede encontrar aquello que ya se ha perdido?