El largo camino hasta el trono tan solo ha comenzado. Aelin ha perdido y ganado amigos, ha sufrido traiciones y comprado alianzas. Ahora deberá profundizar en sus poderes si quiere ser capaz de proteger a aquellos a los que ama. Pero a medida que resurgen monstruos de su pasado y las fuerzas oscuras parecen decididas a conquistar su mundo, su única posibilidad de salvación depende de una aventura que podría hacer que Aelin lo pierda todo. ¿Qué deberá sacrificar para mantener su mundo a salvo?
Trono de cristal, la saga superventas de Sarah J. Maas, alcanza nuevas alturas en su deslumbrante cuarta entrega. Toda la gente a la que Celaena Sardothien amaba le ha sido arrebatada. Pero al fin ha regresado al imperio… por venganza y para rescatar al que en su día fue un glorioso reino, además de para enfrentarse a las sombras de su pasado… Ha llegado la hora de luchar por su gente, esclavizada por un brutal rey y a la espera del regreso triunfal de su reina perdida. El épico viaje de Celaena ha cautivado la imaginación y los corazones de millones de personas en todo el mundo. El cuarto volumen nos depara una historia que va aumentando su intensidad hasta un punto en el que el mundo de Celaena podría cambiar para siempre.
Chaol Westfall siempre se había definido a sí mismo por su inquebrantable lealtad y su puesto como capitán de la guardia. Pero todo cambió cuando el castillo de cristal fue destruido, cuando sus hombres fueron masacrados, cuando el rey de Adarlan estuvo a punto de matarlo.Su única posibilidad de recuperarse de las heridas que le infligieron entonces es acudir ante los legendarios sanadores de la Torre Cesme, en Antica, el bastión del poderoso imperio del continente del sur. Y con la guerra amenazando su hogar, la supervivencia de Dorian y Aelin podría depender de que Chaol y Nesryn convenzan a los gobernantes de estas tierras para que se alíen con ellos.Pero lo que van a descubrir en Antica los cambiará a ambos, y podría ser más vital para salvar Erilea de lo que jamás podrían haber imaginado.
Una nueva comedia romántica situada en la NASA en la que una científica se ve obligada a trabajar en un proyecto junto a su archienemigo... con resultados explosivos.
Bee Königswasser se rige siempre por un código muy sencillo: ¿qué haría Marie Curie? Si la NASA le ofreciera liderar un proyecto de neuroingeniería, un sueño hecho realidad después de pasarse años malviviendo con las migajas del mundo académico, Marie aceptaría sin dudarlo. Obvio. Pero la madre de la física moderna nunca tuvo que codirigir ningún proyecto con Levi Ward.
A ver, Levi no está nada mal: es alto, moreno y tiene una mirada de lo más penetrante. Pero Levi dejó muy claros sus sentimientos por Bee en la universidad: es mejor que dos enemigos trabajen cada uno en su propia galaxia muy muy lejana.
De pronto, Bee se encuentra con que su material ha desaparecido, el personal pasa de ella y su maltrecha carrera profesional pende de un hilo. Puede que su lóbulo occipital esté jugándole una mala pasada, pero juraría que Levi empieza a convertirse en su aliado, apoyando sus decisiones, secundando sus ideas... devorándola con esa mirada suya. Y las diferentes posibilidades traen a sus neuronas de cabeza.
Sin embargo, cuando llega el momento de jugársela y arriesgar el corazón, solo hay una pregunta que importe: ¿Qué hará Bee Königswasser?
Los Hematoi nacen de la unión entre mortales y dioses.
Los puros, hijos de dos Hematoi, poseen poderes divinos.
Pero los mestizos, fruto de la unión entre Hematoi y humanos, no corren la misma suerte.
Solo tienen dos opciones: ser entrenados como Centinelas para cazar y matar daimons o convertirse en criados al servicio de los puros.
Alexandria es mestiza y preferiría arriesgar su vida luchando que desperdiciarla limpiando inodoros, aunque, de todos modos, puede terminar viviendo como los pobres. Hay varias reglas que los estudiantes del Covenant, la academia donde se entrena a los Centinelas, deben seguir. Alex tiene serios problemas con todas ellas, especialmente con la más importante: las relaciones entre puros y mestizos están prohibidas.
Desafortunadamente, ella está enamorada de Aiden, un apuesto sangre pura. Pero ese no es su mayor problema: mantenerse convida el tiempo suficiente para graduarse en el Covenant y convertirse en Centinela sí lo es. Si no cumple con su deber, se enfrenta a un futuro peor que la muerte o la esclavitud: convertirse en un daimon y ser perseguida por Aiden. Y eso sería horrible.
Las múltiples vidas de la física teórica Elsie Hannaway han acabado atrapándola. De día es profesora adjunta. Se afana en corregir exámenes y enseñar termodinámica con la esperanza de, algún día, conseguir la titularidad. De noche, complementa su inexistente sueldo ofreciendo el servicio de ser una novia falsa, lo cual lleva a cabo con éxito gracias a sus habilidades para caerle bien a la gente y encarnar cualquier versión de sí misma que necesite el cliente.
Lo cierto es que es un trabajo estupendo... hasta que el Elsie-verso que tanto le ha costado construir se viene abajo. Jack Smith, el hermano arrogante e irritantemente atractivo de su cliente favorito, resulta ser el físico experimentalista sin corazón que arruinó la carrera de su mentor y minó la reputación de los teóricos a nivel mundial. Y ese mismo Jack Smith, que es quien dirige el departamento de Física del MIT, se interpone ahora entre Elsie y el trabajo de sus sueños.
Ella está dispuesta a poner en marcha una guerra de sabotaje académico, pero... ¿qué son esas miradas tan largas y penetrantes? ¿Cómo es que, cuando está con él, no tiene que ser una versión diferente de sí misma? ¿Caer en la órbita de un experimentalista conseguirá que, por fin, ponga en práctica todas sus teorías sobre el amor?