Siempre estoy dándole vueltas a qué piensan los demás sobre mí.
A quién ven en mí.
Pero contigo no me pasa.
Contigo puedo ser yo mismo.
Micah tiene dieciocho años y un único deseo: encontrar a Adrián, su hermano mellizo, que desapareció sin dejar rastro cuando su madre lo echó de casa tras pillarlo en la cama con otro chico. Mientras que sus padres guardan las apariencias, ella renuncia a su plaza de Yale y se matricula en la universidad local para seguir buscando a su hermano.
Al mudarse a su nuevo apartamento, descubre que tiene como vecino a Julian, el atractivo camarero que perdió el trabajo por culpa suya unas semanas atrás. Micah se siente fatal, pero él no le da la oportunidad de disculparse, y ella pronto descubre que el chico no deja que nadie se le acerque.
Cuanto más lo conoce, más le fascina su carácter impenetrable, al tiempo que crece el hormigueo que le invade cuando lo tiene cerca. Sin embargo, Julian guarda un secreto que podría cambiar para siempre el modo en que Micah lo ve...
Si Cassie está segura de una cosa es de que ama a Maurice Remington como nunca ha amado a nadie en la vida. No es solo su mejor amigo y compañero de piso, sino que también comparte su pasión por la literatura fantástica, el rol en vivo y el cosplay.
No obstante, Cassie sabe que nada garantiza que su amistad dure para siempre. Da igual lo profunda que sea, porque a veces parece que pertenecen a mundos muy distintos.
Mientras que Auri juega a fútbol, tiene muchos amigos y le gusta estar rodeado de gente, Cassie tiene un círculo de amistades pequeño pero muy cercano. Sin embargo, cuanto más tiempo pasa y más fuertes son sus sentimientos hacia él, mayor es el miedo de que lo que los une no sea tan fuerte como lo que los separa...
Cuando Stacey se mudó a Willow Creek para cuidar de su madre enferma, sabía que su vida estaría en pausa una temporada. Lo cierto es que ahora ya han pasado años, y aunque le encante pasar los veranos sirviendo bebidas y flirteando con clientes en la feria medieval del pueblo, tiene otras expectativas de futuro. Por ello, se marca un objetivo claro: tener su vida resuelta antes de la feria del próximo año. Quizás incluso para entonces haya encontrado a su media naranja.Al fantasear sobre el amor, a Stacey nunca se le pasó por la mente que Dex MacLean, su ligue de verano, pudiera ser un candidato. Sin duda, es muy atractivo, especialmente cuando está en el escenario con su grupo de música, pero Stacey nunca ha sentido conexión emocional con él. Pero entonces recibe un e-mail muy tierno de su galán monosilábico… y se pregunta si quizás ha estado equivocada todo este tiempo.La feria por fin regresa a Willow Creek, y Stacey espera poder verse en persona con el hombre con quien ha estado intercambiando centenares de mensajes de amor online. Pero, para su asombro, no ha sido Dex. Entonces, ¿de quién se ha estado enamorando todo este tiempo?
Una historia en el universo de Cazadora de hadas
Frío, letal, despiadado. Temido por los faes y los humanos por igual, no hay nadie más peligroso que el Príncipe.
Atormentado por un pasado que no pudo controlar, Caden desea vengarse de aquellos que le hicieron daño y lo dejaron atrapado en una pesadilla interminable. Y sabe que solo hay una persona capaz de ayudarlo.
Criada en la Orden, Brighton Jussier sabe lo peligroso que es el príncipe. Ha visto con sus propios ojos las atrocidades de las que es capaz, y lo último que quiere es ser su aliada... pero no tiene elección. Obligada a trabajar junto a él, empieza a descubrir al hombre que hay tras esa fría apariencia. Desearlo sería una auténtica locura, pero no puede negar el fuego que desprenden su tacto y su mirada.
Pero alguien quiere que el príncipe vuelva a ser el que era. Una pesadilla de carne y hueso, empeñado en destruir su mundo y a todos los que le rodean. Lo último que Caden y Brighton necesitan ahora mismo es una distracción, pero con la atracción creciendo entre ellos, lo que él desea más que a nada en el mundo podría suponer su perdición.
A windswept private island off the coast of Massachusetts.
A hungry ocean, churning with secrets and sorrow.
A fiery, addicted heiress. An irresistible, unpredictable boy.
A summer of unforgivable betrayal and terrible mistakes.
Twenty-seven years before the events of We Were Liars comes another summer, another generation, and the secrets that will haunt them for decades—a story that is scandalous, tragic, and layered with mystery.
Welcome back to the Sinclair family.
They were always liars.
Last summer, Alice Ogilvie’s basketball-star boyfriend Steve dumped her. Then she disappeared for five days. She's not talking, so where she went and what happened to her is the biggest mystery in Castle Cove. Or it was, at least. But now, another one of Steve’s girlfriends has vanished: Brooke Donovan, Alice’s ex–best friend. And it doesn’t look like Brooke will be coming back. . .
Enter Iris Adams, Alice’s tutor. Iris has her own reasons for wanting to disappear, though unlike Alice, she doesn’t have the money or the means. That could be changed by the hefty reward Brooke’s grandmother is offering to anyone who can share information about her granddaughter’s whereabouts. The police are convinced Steve is the culprit, but Alice isn’t so sure, and with Iris on her side, she just might be able to prove her theory.
In order to get the reward and prove Steve’s innocence, they need to figure out who killed Brooke Donovan. And luckily Alice has exactly what they need—the complete works of Agatha Christie. If there’s anyone that can teach the girls how to solve a mystery it’s the master herself. But the town of Castle Cove holds many secrets, and Alice and Iris have no idea how much danger they're about to walk into.