«¿Esperabas algo más que un juego, Sky?
Por supuesto que no, Ash, nadie se enamora de una desconocida.»
Para su primer año en la universidad, Sky planea deshacerse de su imagen de niña buena. Para conseguirlo se fija en Ash, un chico malo atractivo pero insoportable. Dispuesta a aceptar esta relación sin futuro, Sky se sumerge de lleno en el juego de la seducción, pero pierde miserablemente. Ash se aleja, pero ella consigue ver sus heridas: la parte oscura de un joven que ha sufrido mucho. Él no espera nada de la vida. Ella todo. Sus caminos parecen ir en direcciones opuestas, ¿o quizás no?
Wilhelmina Hart is part of the infamous class of 2020. Her high school years began with a shocking presidential election and ended with a pandemic. In the midst of this global turmoil, she also lost one of her beloved aunts, a loss she still feels keenly. Having deferred college, Wilhelmina now lives in a limbo she can see no way out of, like so many of her peers. Wilhelmina’s personal darkness would be unbearable (especially with another monumental election looming) but for the inexplicable and seemingly magical clues that have begun to intrude on her life—flashes of bizarre, ecstatic whimsy that seem to add up to a message she can’t quite grasp. But something tells her she should follow their lead. Maybe a trail of elephants, birds, angels, and stale doughnuts will lead Wilhelmina to a door?
Esta es la primera pregunta que Elio se hace después de que Eva, su hermana, su compañera inseparable y su amiga del alma, caiga desde lo alto de una azotea. En ausencia de Eva, tan inteligente, tan inquisitiva, tan exigente e intolerante a la injusticia, ¿quién es Elio? ¿Quién es Mónica, su madre, a quien la adolescencia había colocado a mil planetas de distancia de su hija? ¿Qué lugar ocupa en este juego de ausencias Mateo, el psiquiatra de Elio, que tiene que ayudarlo a transitar por el duelo de una pérdida que primero debe desentrañar si ha sido accidental o provocada?
Elio no sabe cómo se llama un mellizo cuando el otro muere, pero sí sabe que Eva ya no está, ha volado. Lo que ella siempre ha querido.
Ahora tiene que decidir qué desea hacer él: cómo contar qué le ha sucedido a su hermana, y con su propia vida.
Alba González es una chica de veinte años que empezó a escribir para salvarse de sí misma cuando tenía tan solo doce.
En 2017 entró en depresión y dos años más tarde tuvo anorexia. Tras varios intentos autolíticos ingresó en un centro y empezó a escribir sobre sus problemas con la salud mental. En este poemario vuelca su proceso de recuperación, su lucha y sus recaídas en esta situación tan complicada que la ha acompañado toda su vida.
¿Cuántos likes vale tu felicidad?
Se pasa unas horas más viendo los viajes maravillosos, los cuerpos perfectos y todos los outfits que se prueban cada día los influencers. Y se siente mal porque ella no puede llevar la vida que ve en las redes, sabe que nunca podrá alcanzar una felicidad así.
Con un ardiente beso, los muros que separaban a Alizeh, la heredera perdida del antiguo reino de los jinn, y a Kamran, el príncipe heredero al trono arduniano, se han desmoronado. Al igual que sus respectivas vidas.
El abuelo de Kamran, rey de Ardunia, ha muerto y su terrible pacto secreto con el diablo ha salido a la luz. Cyrus, el misterioso noble de cabellos cobrizos, ha secuestrado a Alizeh y la ha llevado al reino vecino de Tulán, donde él es el rey. Cyrus también ha hecho un pacto con el diablo, que obligará a Alizeh a traicionar sus sentimientos por Kamran para reclamar su posición como reina de los jinn.
Alizeh no quiere tener nada que ver con Cyrus ni con su trato con Iblís. Pero, estando atrapada en Tulán y tentada por la promesa de cumplir su destino como heredera al trono, se ve obligada a considerar la posibilidad de dejar a un lado sus sentimientos y convertirse, por fin, en la reina que su pueblo necesita.
Mientras tanto, Kamran trata de recomponer su imperio, ahora dividido. Frente a todo un aluvión de traiciones, lo único que tiene por seguro es que debe viajar a Tulán para vengar a su abuelo. Confía en que Alizeh lo esté esperando allí. y que no se haya convertido todavía en la reina del monarca tulaní.
Los cerebritos son sexis. Sobre todo, los cerebritos que construyen robots de competición.
Bel preferiría morir antes que pensar en el futuro. ¿Solicitudes de ingreso en la universidad? Qué gracioso. ¿Actividades extraescolares?
Ni pensarlo. Pero cuando, sin pretenderlo, deja al descubierto su talento para la ingeniería, se ve obligada a unirse al club de robótica del instituto. Pero eso no es lo peor. Todos los chicos la ignoran, y ni siquiera parece caerle bien a Neelam, la única otra chica del equipo.
Por otro lado está Mateo Luna, capitán del club, que reconoce el potencial de Bel... hasta que empiezan a tener diferencias. A Bel no le importan los campeonatos nacionales, pero a Teo le importan demasiado. Sin embargo, a medida que las noches de trabajo después de clase se hacen más y más largas, Bel y Teo se dan cuenta de que han construido algo más que un robot preparado para competir: han conseguido sacar lo mejor del otro, y también del resto del equipo.
Tremendamente divertida y con un romance slow burn.
¿Hay que seguir apostando por el amor por muy inoportuno e inevitable que sea, o aceptar que algunas veces puede convertirse en un punto muerto entre lo que pudo ser y lo que nunca será?
Josh siempre lo ha tenido todo fácil: es una persona que cae bien, con una novia maravillosa, un trabajo de paso y unos amigos que comparten sus gustos. Es feliz con poco, sin problemas.
Entonces, conoce a Alessandra. Venida de Italia, llega para trabajar con él en el Madame Tussauds. Ella también tiene novio, amigos y una vida. Sin embargo, en cuanto congenian Josh sabe que ya no hay vuelta atrás.
Porque de la amistad al amor hay un paso, y ellos no hacen más que bailar en esa línea fina que los separa.
Eso son problemas, errores y demasiados asuntos que Josh no sabe gestionar.
Pero si Less de verdad es su alma gemela, ¿está dispuesto a sacrificar la facilidad de su vida por tirarse al vacío?
Una fantasía romántica repleta de aventuras, magia, amor, peligro y traiciones.
Cuando el enemigo reclama tu vida solo existe un camino…
Rogvall nos ha declarado la guerra.
Llevo preparándome para ser reina de Aisha del Norte desde que era una niña, por eso sé que corremos un grave peligro.
Nuestra eterna enemistad con los elementales ha provocado guerras y muertes durante milenios. Por desgracia, el pasado nos persigue, y la única manera de evitar un nuevo derramamiento de sangre es ofrecerle mi vida a Rogvall, eso o tratar de equilibrar la balanza encontrando la manera de arrebatarle sus poderes.
El Alto Mando y mi padre quieren protegerme y dejarme al margen de la expedición, pero esa es una actitud egoísta que no voy a permitir, aunque para ello tenga que simular que Marcus, el hijo del capitán general de Aisha del Norte, me ha embaucado para que me suba en su carromato y abandone la seguridad de mi hogar.
Sé que es una locura, sobre todo porque no acabo de entender en qué momento mi enemistad con Marcus se ha ido transformando en un deseo incontrolado de besarlo.