Ana Shirley abandona su escuela de Avonlea para estudiar una carrera en la Universidad de Redmond y deja atrás su isla, el entorno en el que ha crecido y a sus mejores amigas. Buscar alojamiento, visitar su lugar natal, lidiar con pretendientes y hacer nuevas amistades se convierte en toda una aventura para la vital Ana, que también deberá enfrentarse a momentos dolorosos.
Ana de la isla es la tercera novela del célebre ciclo creado por la canadiense Lucy Maud Montgomery. Además de temas ya presentes en las dos novelas anteriores, como la importancia de la amistad y del sentido de pertenencia, vemos aquí disquisiciones sobre la plenitud personal, el amor ideal y, en definitiva, la madurez y las crecientes responsabilidades de Ana y de sus amigos.
Todo el mundo quiere saber cómo lo hace Zoe. Su familia, ese chico tan mono con el que se cruza siempre en la pista de hielo y sus compañeros de clase. Quieren saber exactamente cuántos kilos marca la báscula y cuántas calorías consume al día, y si no le preocupa no despertarse a la mañana siguiente. Quieren saber por qué, pero no quieren oír la verdad, porque la verdad no es sensacionalista.
La verdad es que Zoe no se siente suficiente para su familia, ni para ese chico con el que se cruza siempre en la pista de hielo, ni para sus compañeros de clase. Ni siquiera se siente suficiente para la enfermedad.
La verdad es que Zoe se considera más monstruo que chica, sin llegar a ser un monstruo del todo.
La verdad es que nunca es todo o nada.
No hay una verdad absoluta, pero la paz existe, la tranquilidad existe, la recuperación existe.
Y si Zoe aprende a aceptar la ayuda de quienes quieren saber cómo, quienes quieren saber por qué, las terminará conociendo.
Nova Albright, la primera chica negra coronada reina del Instituto Lovett, está muerta. Duchess Simmons, su mejor amiga, lo tiene claro: Tinsley McArthur, la chica guapa, rica y blanca que cree que debería haber ganado, haría cualquier cosa para continuar con la tradición de las McArthur. Incluso matar.
Duchess está convencida de ello y no va a permitir que Tinsley se libre de las consecuencias. Por eso, se acercará a ella para conseguirlo..., aunque desconoce los planes que la propia Tinsley tiene entre manos.
Todos querían a Nova. Y el amor, a veces, es lo que te acaba matando.
Olvidar es aterrador, pero recordar todavía puede ser peor...
Charlie Wynwood y Silas Nash han sido mejores amigos desde que aprendieron a andar.
A los 14 años se enamoraron y empezaron a salir.
Un día se levantan y, por alguna razón inexplicable, no se reconocen.
Son dos completos desconocidos.
Ni rastro de su primer beso, su última pelea o del instante en que se enamoraron… Todos los recuerdos se han desvanecido.
Solo quedan algunas fotos de aquella gran pareja que solían ser.
Ambos saben que necesitan mantenerse unidos para averiguar qué les ha sucedido y por qué.
Sin embargo, cuanto más descubren de la pareja que eran… más se preguntan cómo podían estar juntos.
Nikki vivía tranquila en su isla de Bali... hasta que apareció Alex.
Alex jamás creyó que podría sentir una conexión tan profunda... hasta que conoció a Nikki.
Ella ha descubierto secretos de su pasado que podrían cambiarlo todo.
Él deberá afrontar que hay mundos que nunca se podrán encontrar.
Después de poner un océano de distancia entre los dos, Alex y Nikki descubrirán que no es tan sencillo mantenerse alejados, sobre todo cuando a su atracción se le una un peligro capaz de acabar con todo..., incluso con sus vidas.
Nikki ha crecido en una pequeña isla de Bali. Alex ha aterrizado en ese oasis huyendo de Londres. Ella es veterinaria y da clases de yoga. Él es piloto de aviones y vive rodeado de lujo.
Solo tienen treinta días para estar juntos, así que ninguno de los dos espera la vorágine de sentimientos y verdades a medias que harán que Alex y Nikki vivan un romance para el que ninguno de los dos está preparado.
¿De qué huye Alex? ¿Cuál es la verdadera razón de los miedos de Nikki? ¿Se puede vivir un amor con fecha de caducidad? ¿O hay historias de amor que no tienen billete de vuelta?