No toques la espada. No gires la llave. No abras la puerta.
A la joven Saeris Fane se le da bien guardar secretos. Nadie está al tanto de los poderes que posee ni de que lleva toda la vida robando para sobrevivir y escamoteando de los depósitos de la Reina Imperecedera. En una tierra de desiertos implacables hay pocas cosas que una chica no esté dispuesta a hacer a cambio de un vaso de agua. Sin embargo, todo secreto es como un nudo: tarde o temprano está destinado a desatarse.
Cuando Saeris se enfrenta cara a cara con la Muerte encarnada, acaba abriendo sin querer un portal entre reinos que la transporta a una tierra de hielo y nieve. Los faes siempre han pertenecido al territorio de las leyendas, de los mitos, de las pesadillas... pero resulta que son reales. Y Saeris ha aterrizado en medio de un conflicto que lleva en marcha desde hace siglos. Un conflicto que podría costarle la vida.
Saeris, la primera de su especie en poner un pie en las montañas heladas de Yvelia desde hace más de mil años, acaba sellando por error un pacto con Kingfisher, un atractivo guerrero fae que tiene sus propios secretos y perversos planes. Kingfisher está dispuesto a usar la magia alquímica de Saeris para proteger a su pueblo, sin importar el precio que haya que pagar... o quién tenga que pagarlo. La Muerte encarnada tiene un nombre: Kingfisher de Puerta Ajun. Es un guerrero con un pasado turbio y un temperamento repugnante. Pero también es el único modo que tiene Saeris de volver a casa.
Cuidado con los pactos que haces, querida niña. El diablo está en los detalles...
Y, desde luego, jamás esperaron que cayeran».
Como asesina rebelde, el objetivo de Raeve es cumplir su misión y que jamás la atrapen. Sin embargo, cuando un cazarrecompensas rival hace añicos su realidad, la joven se ve prisionera del Gremio de Nobles, una organización de elementales poderosos que pretenden dar ejemplo con ella. Solo la muerte podrá liberarla.
Devastado por una terrible pérdida, el jinete de dragón Kaan Vaegor decapitó a un rey y se puso su corona derretida. Ahora, su búsqueda incansable para reunir fragmentos lunares lo conduce a la prisión de la ciudad, donde se topa con una Raeve encadenada, con rabia en la mirada y sangre en las manos. Juntos, deberán descubrir una verdad que amenaza con hacer que su mundo se desmorone... y ellos con él.
El mundo de Caleb se ha desmoronado. El tiempo transcurre, pero él sigue viviendo en esa misma noche. Sigue paralizado en ese mismo dolor. Su familia necesita que despierte. Él necesita buscarla. Y necesita encontrarla.
El mundo de Victoria se ha transformado. Intenta descubrir quién es, pero su antiguo yo sigue fragmentado en cientos de pedazos. El chico que la acompaña necesita que ella sea fuerte. Ella necesita entender por qué siente esa conexión con él. Y por qué una voz en lo más profundo de su cabeza le dice que tiene un hogar al que volver.
Huir ya no es una opción para nadie. La única posibilidad de supervivencia es enfrentar el pasado y desafiar el olvido.
La verdad sobre el plan de Sera ha salido a la luz, y ha hecho pedazos la frágil confianza que se había forjado entre ella y Nyktos. Rodeada de personas que no confían en ella, solo le queda cumplir con su deber. Hará lo que sea necesario para acabar con Kolis, el falso Rey de Dioses, y su gobierno tiránico en el Iliseeum, y así detener la amenaza que supone para el mundo mortal.
No obstante, Nyktos tiene un plan, y mientras trabajan juntos lo último que necesitan es la innegable y abrasadora pasión que continúa ardiendo entre ellos. Sera no puede permitirse enamorarse del torturado Primigenio, especialmente ahora que la posibilidad de obtener una vida alejada de un destino que nunca quiso está más cerca que nunca.
Y cuando Sera comienza a darse cuenta de que quiere ser más que Consorte solo en el nombre, el peligro que los acecha se intensifica. Los ataques en las Tierras Umbrías se multiplican y cuando Kolis los convoca a la Corte, un nuevo riesgo se hace evidente. El poder Primigenio de la Vida crece en su interior y, sin el amor de Nyktos (una emoción que él es incapaz de sentir), no sobrevivirá. Eso si consigue alcanzar su Ascensión y Kolis no la atrapa primero.
Alex Volkov vive asediado por una tragedia que lo ha perseguido toda su vida. Una vida sin tiempo para el amor. Pero el día que se ve obligado a cuidar de la hermana de su mejor amigo, empieza a sentir algo.
Una grieta. Algo que se derrite. Un fuego que podría acabar con su mundo.
Ava Chen vive atrapada en las pesadillas de su infancia, que la llevan a buscar la belleza y el amor incluso tras la helada fachada de alguien a quien no debería desear.
El mejor amigo de su hermano. Su vecino. El salvador en su caída.
Un mundo en la oscuridad.
Una chispa ardiente.
Un fulgor de las estrellas.
Bryce Quinlan nunca esperó ver otro mundo diferente a Midgard, pero, ahora que lo ha hecho, lo único que quiere es regresar a su hogar. Todo lo que ama está en Midgard: su familia, sus amigos, su pareja. Atrapada en un mundo extraño, necesitará hacer acopio de todo su ingenio para poder volver a casa... y no será una tarea fácil, porque no tiene ni idea de en quién puede confiar.
Hunt Athalar se ha visto envuelto en bastantes líos a lo largo de su vida, pero este podría ser el más complicado. Después de conseguir todo lo que siempre quiso, ahora está de nuevo encerrado en los calabozos de los Asteri, sin conocer el paradero de Bryce. Está desesperado por ayudarla, pero mientras no pueda escapar del yugo de los Asteri, tiene las manos atadas. Literalmente.