Sydney Wells should have died. She was supposed to die.
She never expected, after years of waiting, to receive a heart transplant. Now, seventeen-year-old Sydney doesn’t know what to do with her life. Her daily routine consisted of staying indoors, eating heart-healthy foods, and posting about her transplant list experiences on TheWaitingList with her long-distance BFF (and heart failure buddy) Chloe.
Now, Sydney latches onto the one thing that gives her meaning: learning as much as she can about the person whose heart she inherited. After finding the family of her likely-donor, Mia, Sydney falls deep into her world—and may also be falling for Mia’s best friend, Clayton.
But Sydney isn’t the only one hiding something. Mia’s brother Tanner won’t talk to Clayton, and Clayton won’t tell Sydney why. And hundreds of miles away, Chloe’s health has taken a turn for the worse. Sydney needs to face what’s in her heart—the truth, the guilt, and the future—before it’s too late.
En la Noche de Kupala, Dymitr llega a los bajos fondos de Chicago, rebosantes de magia y monstruos, con una peligrosa misión: recoger la flor del helecho y ofrecérsela a una criatura maldita a cambio de que le ayude a encontrar a la legendaria bruja Baba Yaga. Ala es una zmora, una criatura que se alimenta del miedo humano, y sufre una maldición familiar que la está matando lentamente. Está lo bastante desesperada como para acceder a lo que le pide Dymitr, aunque no conozca sus motivos. Durante el transcurso de una noche, ambos arriesgarán sus vidas para encontrar a Baba Yaga e iniciarán una frágil amistad… Pero si Ala descubre el secreto que Dymitr está escondiendo, podría ser el fin.
Desde el momento en que Julianus Dakkia, sobrino del emperador, vio a Malina Bihari por primera vez, quedó prendido de ella. Años después, la bella bailarina dacia reaparece en un campo de batalla a punto de perder su vida, y él instintivamente se transforma en dragón para salvarla. La acción podría costarle su cargo de general, y su vida, pero tiene una cosa muy clara: Malina es suya.
Impresionada por el general en el campo de batalla, Malina no puede creer que este sea el mismo hombre que hace años le dio un talismán secreto y que ahora la protege. Pero no puede negar que su alma siempre ha anhelado la de Julianus.
En un mundo en que los dragones conquistan, saquean y queman todo a su paso, el amor de Malina y Julianus prenderá una llama que solo podrá acabar con la muerte o el desamor. O ambas.
Grace, Henry, and Ally grew up together on the same block. They used to be best friends--until Grace's testimony put Henry's brother, Jake, away for killing their English teacher. Now, two years later, Ally and Henry hate Grace, and Grace is doubting what she thinks she saw that night.
It feels like everyone's getting a second chance, then, when due to a mistrial, Jake is suddenly released. And Henry knows his brother is innocent, but when Grace reaches out to say she’s rethinking what she saw the night of the murder, Jake’s reaction is confusing. He doesn’t want Henry—or Grace--getting involved.
Lía y Beck. Beck y Lía. A pesar de no estar siempre presentes en la vida del otro, Lía sabe que ella y Beck están destinados a acabar juntos. Y no es solo su amistad y la química que hay entre ellos: cuando la madre de Lía era adolescente, una pitonisa predijo que su hija se enamoraría del hijo de su mejor amiga. Lía y Beck han estado destinados el uno al otro desde entonces, o eso creían.
Cuando una tragedia acaba con la vida de Beck, Lía no sabe qué hacer. La predicción de su madre lo era todo. Si estaba destinada a estar con Beck, y ahora él no está, ¿qué se supone que tiene que hacer? ¿Podrá recuperarse su corazón de esta pérdida, e incluso encontrar un nuevo amor?
Blu y Jace están unidos por una atracción inexplicable, que persiste y los atormenta, sean cuales sean las consecuencias.
Blu Henderson, atrevida, carismática y encantadora, se pinta cada día una sonrisa falsa en el rostro y se abre paso por la vida, porque es lo que debe hacer.
Jace Boland, callado, introvertido y misterioso, llama su atención en cuanto lo ve por primera vez. Después de eso, ya no hay vuelta atrás.
Dos corazones rotos pueden encontrar consuelo en pérdidas trágicas; dos almas rotas pueden encontrar paz en el dolor, pero es posible que quererse a uno mismo sea el único modo de querer al otro…