Todo en el reino de Arrow es mentira. Leith de Grey pensó que ir a esa nueva tierra y ofrecerse como voluntario para luchar en la arena de gladiadores (torneos crueles y sanguinarios donde solo sobreviven los más fuertes) le haría ganar suficiente oro como para salvar a su hermana moribunda. Pensó que no tenía nada que perder. Se equivocó y se lo arrebataron todo. Su esperanza. Su libertad. Su propia humanidad. Lo único que le queda a Leith es su cuerpo lleno de cicatrices de batalla, alimentado por la ira y endurecido por años de lucha para ganarse el derecho a vivir un día más. Entonces Leith conoce a Maeve, una elfa de sangre real que es todo lo que él desprecia. Todo lo que debería odiar. Sin embargo, la seductora princesa le ofrece lo que más ansía: la oportunidad de ganar el codiciado título de Guardasangre y su libertad. Pero en un reino forjado a base de secretos y mentiras, la esperanza hay que ganársela. Y Leith va a poner todo su empeño en obtener su venganza final...
Llega la nueva saga de fantasía de la autora superventas número 1 del New York Times Lexi Ryan. Una princesa humana armada con el poder del beso de la muerte y una feérica fugitiva tratarán de matar a un malvado rey, pero en su camino se interpondrá una terrible profecía. La princesa Jasalyn guarda un secreto. Posee un anillo mágico que le concede el don del beso de la muerte, y Jas lo ha usado tras escapar de palacio por las noches para asesinar a sus enemigos. Felicity es una cambiaformas que necesita un milagro. Destinada a matar a su poderoso padre, hasta ahora solo ha usado su habilidad única para evitar que se cumpla una profecía mortal. Cuando los rumores de que el malvado rey Mordeus va a resucitar se extienden por la corte, Jasalyn decide acabar con él de una vez por todas. Felicity accede a adoptar la forma de la princesa, para que Jas pueda ir a matar a Mordeus sin que nadie lo sepa.
Hay rupturas que nos rompen.
O, al menos, así fue con ellos: un amor truncado y una ruptura que no les permite pasar página.
Pero ¿y si tuviesen una segunda oportunidad? No de volver a enamorarse, sino de romper de nuevo, pero esta vez bien, sin pisotear sus corazones en el proceso.
No parece imposible; al fin y al cabo, para conseguirlo solo deben convivir durante 90 días y recordar la regla más importante de todas:
No te enamores.
Yasmin Karam, hija de uno de los hombres más ricos del mundo, nunca ha tenido que luchar por nada. Sin embargo, cuando su amado padre cae enfermo, su último deseo es verla casada con el hombre que él elija. Pero... el corazón de Yasmin ya tiene dueño. Un criado. Una rata callejera. Un hombre al que su padre jamás considerará digno.
Atrapada entre la espada y la pared, Yasmin hace un trato a la desesperada con Julian, la mano derecha de su padre, sin saber que este tiene planes muy diferentes.
Julian Faraci solo tiene un objetivo: convertirse en el hombre más poderoso del mundo. Ha edificado un futuro sobre cimientos de magulladuras y huesos rotos, sin importarle quién saliera herido. Por eso, no se detendrá ante nada que le impida heredar lo que le corresponde por derecho. Incluso aunque tenga que obligarse a contraer matrimonio con una mujer a la que no soporta.
Cuando tu vida pende de un hilo, enamorarte puede ser una condena de muerte.
Nada podría haber prevenido a Violet de que una visita a una galería de arte cambiaría su vida radicalmente. De pronto, encerrada en una mansión con otros once desconocidos, se ve obligada a participar en un juego del que solo podrán escapar mediante un crimen perfecto.
La lealtad de la heredera del trono de Yithia, Ashbree Aldair, ha cambiado. Tras su estancia en el palacio del Rey de los Elfos oscuros y su acercamiento al monarca, la verdad sobre una guerra centenaria se ha presentado ante ella: solo los que la perpetúan son culpables. Y entre estos se encuentra su padre.
Para Ashbree y Rylen, lo que comenzó siendo odio visceral y cautiverio se ha convertido en algo más que una alianza. Sobre todo desde que vieron cómo la vida de Ilian se les escapaba de las manos. Ninguno de los dos está dispuesto a perderlo ni tampoco a perderse el uno al otro.
A medida que se acerca la batalla que pondrá fin a un conflicto orquestado por los mismísimos dioses, el curso de la guerra empieza a inclinarse en contra de los Efímeros. Será este revés el que los lleve a hacerse una promesa inquebrantable: luchar los tres juntos hasta conseguir la paz, aunque el precio sea sus propias vidas.