A Morgan y su hija de dieciséis años, Clara, nada les gustaría más que no parecerse. Morgan está decidida a evitar que su hija cometa los mismos errores que ella, pues al quedarse embarazada y casarse demasiado joven, tuvo que dejar en el aire sus propios sueños. Con personalidades muy distintas les resulta cada vez más difícil coexistir. La única persona que puede traer paz al hogar es Chris, marido, padre y el ancla de la familia. Pero esa paz se rompe cuando se ve envuelto en un trágico y extraño accidente con desgarradoras consecuencias para ellas.
Mientras lucha por reconstruir todo lo que se derrumbó, Morgan encuentra consuelo en la última persona que esperaba y Clara se vuelve hacia el único chico que le han prohibido ver. Con cada nuevo secreto y malentendido madre e hija se separan cada vez más, así que lo último que imaginan es que para volver a enamorarse se necesitan la una a la otra.
En el inolvidable paisaje de un hospital, un grupo de jóvenes abrazan la alegría que tienen a mano: la amistad, la libertad y la rebeldía. Cada uno de ellos está roto; cada uno de ellos se ha hecho más fuerte debido a eso.
Crean una comunidad, viven milagros, y reclaman a la vida lo que la enfermedad les ha arrebatado. Pero un corazón roto hace que uno de ellos renuncie al amor. Y aun así, en ese desolado lugar donde el amor parece imposible, se abre una puerta… y también los corazones.
Cuando mi madre murió, mi vida cambio por completo. Para ayudar a mi familia, me he visto envuelta en el oscuro mundo de la mafia. A pesar de las cosas terribles que he vivido, no estoy dispuesta a rendirme. Al menos, eso pensaba hasta que me obligaron a trabajar para Asher Scott. Es el jefe del clan Scott y la persona más horrible que he conocido...aunque mi corazón no siente lo mismo.
EL DIABLO
Todos piensan que soy la persona más fría que han conocido, pero no es fácil formar parte del despiadado mundo al que pertenezco. Desde que me pusieron al frente del negocio familiar, para proteger al clan Scott, juré que nunca me volvería a fiar de nadie. Y lo estaba consiguiendo?hasta que mis hermanos me obligaron a aceptar que Ella Collins trabajara para mí. Estar cerca de ella es peligroso.
Cassle Redgrim es la hija mayor de la chamana de una pequeña aldea próxima a la capital del condado élfico de Thandel, y ha crecido feliz entre hierbas, plantas y brebajes. Cuando su madre es acusada de haber dañado a un príncipe elfo con una de sus pociones, decide hacerse pasar por ella para defender su inocencia.
Altair Ryner es el príncipe heredero de la alianza élfica. Odia a los humanos, por eso, cuando su hermano Niowar cae enfermo a causa de una pócima elaborada por mortales, envía a su guardia de mayor confianza a atrapar a la chamana que la ha preparado para que la lleve ante él y poder ajusticiarla por semejante afrenta.
Sin embargo, cuando sus ojos se tropiezan con los de la joven, Altair se da cuenta de que no es la primera vez que se ven, y que, de nuevo, vuelve a sentir que hay algo especial en aquella muchacha de cabellos dorados y mirada tenaz.
Como una de las humanas que acabaron en este planeta helado y, tras todo lo que han vivido, Kira debería contentarse con estar a salvo y tener un nuevo hogar. No solo ha visto que en este planeta las mujeres son respetadas y hasta atesoradas, sino que incluso un alien en particular, Aehako, ha dejado claro que está interesado en ella. De hecho, por más que Kira lo intenta, le resulta difícil mantenerlo alejado, aunque lo que en realidad quiere es agarrarlo por los cuernos e insistir en que la lleve a sus pieles.
Pero Kira tiene un terrible secreto, varios, en realidad. Y está convencida de que si Aehako supiera toda la verdad, no podría amarla. Sin embargo, hay algo si cabe más preocupante: los extraterrestres que las secuestraron están de regreso y, gracias al traductor de su oído, pueden encontrarla. Su presencia aquí pone a todos en peligro, pero ¿puede Kira renunciar a su nueva vida y al hombre que más desea? ¿Seguirá queriéndola si le cuenta sus secretos?
Un mundo en la oscuridad.
Una chispa ardiente.
Un fulgor de las estrellas.
Bryce Quinlan nunca esperó ver otro mundo diferente a Midgard, pero, ahora que lo ha hecho, lo único que quiere es regresar a su hogar. Todo lo que ama está en Midgard: su familia, sus amigos, su pareja. Atrapada en un mundo extraño, necesitará hacer acopio de todo su ingenio para poder volver a casa... y no será una tarea fácil, porque no tiene ni idea de en quién puede confiar.
Hunt Athalar se ha visto envuelto en bastantes líos a lo largo de su vida, pero este podría ser el más complicado. Después de conseguir todo lo que siempre quiso, ahora está de nuevo encerrado en los calabozos de los Asteri, sin conocer el paradero de Bryce. Está desesperado por ayudarla, pero mientras no pueda escapar del yugo de los Asteri, tiene las manos atadas. Literalmente.
En esta atractiva y emocionante secuela de Casa de tierra y sangre y Casa de cielo y aliento, la serie de Ciudad Medialuna alcanza un nuevo clímax.