Ramona se enamoró de Sam a primera vista. Es una de las pocas constantes en su vida, y su amistad es demasiado importante como para arriesgarla por un beso.
Sam está enamorado de Ramona, pero nunca esperaría que sus sentimientos fuesen correspondidos. Aun así, son el complemento perfecto del otro, como amigos y como grupo musical.
Y entonces aparece Tom.
Tom tambien es músico, y es la pieza que faltaba en su banda. Pronto se convierten en un trío inquebrantable. Pero Ramona se está enamorando de Tom, y sigue sintiendo algo por Sam. ¿Cómo podrá ser fiel a sí misma sin perder las relaciones que hacen que su corazón cante?
Cuando la abuela que lo crio muere, Davy Ross, un solitario chico de trece años, debe mudarse a Manhattan para vivir con su madre, de la que está distanciado.
Entre sermones sobre su abnegación y visitas incómodas a su distante padre, el único consuelo de Davy es su querido perro salchicha, Fred.
Las cosas empiezan a mejorar cuando él y un chico del colegio se hacen amigos. Pero cuando su relación da un giro inesperado, Davy lucha por entender lo que ha pasado y lo que puede significar.
Teo tiene una casa llena de cosas, pero siente que está vacío.
Oriana no tiene casa, pero siente tanto en su interior que le da miedo desbordarse.
Cuando se cruzan siendo solo dos niños, descubren en el otro lo que no sabían que se les había perdido.
Aunque, a veces, alcanzar aquello en lo que piensas cuando cierras los ojos solo es posible en ese lugar entre lo real y los sueños.
Porque él aún es invisible. Nadie lo ve.
Porque ella no sabe quedarse. Solo quiere huir.
Teo y Oriana son una galaxia perdida, una realidad que cuando alcanzas ya no existe, un reloj de arena al que nadie le dio la vuelta...
Teo y Oriana solo existen en un quizá.
¿Te gustaría saber qué rumbo tomó el grupo de amigos que conocimos en Tal y como eres?
Unos terminaron la carrera y siguieron estudiando; otros se pusieron a trabajar. Incluso uno de ellos se fue a vivir a Australia una temporada.
Clara continúa compartiendo piso con su hermano Kevin, lo que le ha permitido estudiar un máster, seguir dando clases de refuerzo a niños y ahorrar algo de dinero. Ella se niega a reconocerlo, pero en su corazón hay alguien con quien no se atrevió a dar el paso en su momento.
Didi terminó el doble grado y decidió ponerse a trabajar para poder pagarse un máster de Educación Inclusiva. Aunque sigue sin creer en el amor (eso no es para ella), le encanta ver a sus amigos enamorados. Hasta que se topa con la persona que le hace volver a sentir ese «algo especial» que había experimentado tiempo atrás.
CALL ME MAYBE... Hablar con otros no es la actividad favorita de Kate Bailey. Ella preferiría estar en el lago al aire libre, absorbiendo la soledad y el sol. Pero cuando su mejor amiga, Alana, la convence de que se una al programa de radio de su instituto, Kate no espera ser elegida la presentadora. ¿Ahora tendrá que contestar las llamadas de los oyentes y aconsejarles en directo? Imposible.Pero, para su sorpresa, parece haberse convertido en una buena presentadora. Y el programa recibe una llamada de un chico anónimo que pide consejo sobre su crush de nombre desconocido. De repente, Kate descubre que repartir consejos a los demás es aparentemente fácil, aunque pedir ayuda es más difícil de lo que parece…, y seguir tu propio consejo incluso más.
La vida de Spensa como miembro de la Fuerza de Defensa Desafiante dista mucho de ser normal y corriente. Demostró ser una de las mejores pilotos de caza estelar en el enclave humano de Detritus y salvó a su pueblo del exterminio a manos de los krells, la enigmática especie alienígena que los tenía prisioneros desde hace décadas. Por si fuera poco, viajó a años-luz de distancia de su hogar como espía infiltradaen la Supremacía, a un lugar donde descubrió que había toda una galaxia más allá de su pequeño y desolado planeta natal.
Ahora la Supremacía, el gobierno galáctico empecinado en dominar toda vida humana, ha desatado una guerra a escala galáctica. Y Spensa ha visto las armas que pretenden emplear para terminarla: los zapadores, unas antiguas y enigmáticas fuerzas alienígenas que pueden arrasar sistemas estelares enteros en un instante. Spensa sabe que, por muchos pilotos con los que cuente la FDD, no hay manera de derrotar a ese depredador.
Sin embargo, Spensa es citónica. Se enfrentó a un zapador y percibió algo siniestramente familiar en él. Y quizá, si logra descubrir lo que es ella misma, podría ser algo más que solo otra piloto en la guerra. Podría salvar la galaxia.