En este poemario, y por primera vez, el corazón de Rayden toma la palabra
«Llamé durante mucho tiempo "amor" a lugares que no lo eran, engañándome con la complacencia y el falso sentido de pertenencia; convencido de que el callo que había creado sería amarre suficiente para poder mantener el dolor a raya sin saber que, paradójicamente, en lo que tiene que ver con la emoción, lo mismo que te sujeta, te ata.»
El destino lleva a Amanda y a Nate a fingir que salen juntos. ¿La realidad? No se soportan. Amanda se ha pasado toda su vida fingiendo.
Finge que no le importa que su madre la obligue hacer de canguro de su odioso hermano pequeño todos los días. Finge que no sigue dolida porque su «mejor» amiga le robara el novio. Finge que es feliz con su vida.
Noah Slade es la próxima leyenda de la Formula 1.
Siempre concentrado. Distante. Despiadado en la pista.
Un hombre tan inalcanzable como la luna.
Y mi hermano es su nuevo compañero de escudería.
Quiero más de este príncipe que pretende ser un villano.
¿Mi único problema? Está terminantemente prohibido que me enamore de él.
La vida de Julieta cambia rotundamente cuando en su camino se cruza Nicole. Niki se muestra segura, carismática, audaz, y, después de deslumbrar a Juli en el primer encuentro, se convierte en su compañera de clase y en su nueva mejor amiga. Así comienza un vínculo que se tornará intenso, y que irá asfixiando a Juli, desdibujándola, convirtiéndola en un apéndice. Y aunque las mejores amigas juran contárselo todo, Julieta sospecha que Niki le oculta algo muy grave. Ella necesita recuperarse, volver a rearmar su existencia, pero también descubrir qué es lo que está escondiendo Nicole. «Nuestra amistad es un cúmulo de sensaciones en blanco y negro. Es un contraste permanente entre la alegría y la pena. Entre la contención y el abandono. Entre la felicidad extrema de sentirme única y valiosa cuando me relata un secreto, y la angustia lacerante cuando Niki se enoja y se aleja».
Amanece el día de los Quincuagésimos Juegos del Hambre y el miedo atenaza a los distritos de Panem. Este año, en honor al Vasallaje de los Veinticinco, se llevarán de sus hogares al doble de tributos.
En el Distrito 12, Haymitch Abernathy intenta no pensar demasiado en sus probabilidades. Lo único que le importa es que se acabe el día para poder estar con su chica.
Cuando anuncian el nombre de Haymitch, todos sus sueños se rompen en pedazos. Lo separan de su familia y de su amada, y lo envían al Capitolio con los otros tres tributos del Distrito 12: una amiga que es casi como una hermana pequeña para él, un chico obsesionado con analizar apuestas y la chica más estirada de la ciudad. Cuando empiezan los Juegos, Haymitch comprende que en el Capitolio quieren que fracase. Sin embargo, algo dentro de él desea luchar… y que el eco de esa lucha llegue mucho más allá de la mortífera arena.
"No tengas miedo", le susurré. "Somos como una sola persona". De pronto me ebrumó la realidad de mis palabras. Ese momento era tan perfecto, tan auténtico. No dejaba lugar a dudas. Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia. "Para siempre", concluyó.