Sheila Hernández nos regala un relato honesto que refleja los problemas de una generación, en el que el bullying, la depresión, el miedo, el amor, las despedidas y las relaciones familiares están presentes. Nos muestra cómo ella y sus circunstancias le han ayudado a alcanzar su sueño de ser periodista, y a seguir luchando cada día. Nada ni nadie la hizo más fuerte.
Soy joven, no gilipollas es un ejemplo de cómo la resiliencia ante las adversidades nos hace a todos capaces de conseguir nuestras metas.
Tras hundirse un barco en el Canal de la Mancha, una niña de apenas un año aparece flotando en un estuche de violonchelo y es rescatada por un erudito y aventurero londinense llamado Charles Maxim.
De esta forma tan extraordinaria comienza la conmovedora historia de Sophie y Charles, quien, una vez constatada la desaparición de la madre de la niña, se convierte en su tutor legal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se apodera de Sophie la idea de que su madre sobrevivió al naufragio, y aunque Charles le advierte que eso es casi imposible, para ella el «casi» significa que existe «alguna» posibilidad, y ésta, por remota que sea, jamás debe descartarse.
Un libro valiente, comprometido y de gran actualidad. Una historia de bullying en primera persona.
El libro está escrito con un estilo muy personal y una estructura cronológica; Àngela repasa su infancia y cuenta cómo empezaron sus años grises, cuando de repente, de un día para otro y sin saber ni cómo ni por qué alguien la eligió y la convirtió en el objetivo de las burlas, las presiones y los insultos. Àngela cuenta cómo sufrió todos aquellos abusos, y cómo además todo se complicó cayendo en la bulimia, algo muy habitual en estos casos, pues elbullying suele derivar en algún trastorno alimenticio. Culpabilidad, miedo, tristeza, falta de autoestima…Àngela, como sucede con todos los niños que sufrenbullying, se encontraba en un pozo del que parecía imposible salir. Ahí es donde ella cuenta de qué forma logró reunir el valor suficiente para confiar en alguien que la ayudó a hablar, a denunciar, a pedir ayuda…y anima con un discurso sencillo y claro a todos los que estén sufriendo abusos a hacer frente a la situación.
Con su historia Àngela demuestra que es posible pintar de color lo que empezó siendo gris, y que de todo se puede salir.
Lan spends her nights as a songgirl in Haak’gong, a city transformed by the Elantian colonizers. Her days are consumed by the search for knowledge about the strange mark—an untranslatable Hin character—burned into her arm by her mother in her last act before she died.
Zen is a practitioner—one of the fabled magicians of the Last Kingdom. He’s never seen anything like Lan’s mark, but he knows that if there are answers, they lie deep in the pine forests and misty mountains of the Last Kingdom, with an order of practitioning masters planning to overthrow the Elantian regime.
Yet, both Lan and Zen are hiding secrets—secrets that are buried deep within them. Secrets that even they have still to unearth. Both hold the power to liberate their land, if they don’t destroy it first.
Now the battle for the Last Kingdom begins.
¿Crees que conoces la historia de La sirenita? Tal vez deberías pensarlo mejor...
En el fondo del mar, a cierta distancia de la fría costa irlandesa, vive Gaia, una joven sirena que sueña con liberarse de un padre autoritario. La primera vez que sube a la superficie se siente atraída por un chico humano y anhela unirse a su mundo sin preocupaciones, pero ¿cuánto tendrá que sacrificar? ¿Qué deberá hacer la sirenita
para encontrar su voz?
Un libro con trasfondos profundamente sombríos, lleno de rabia y gritos de arenga: una narración extraordinaria. Una nueva visión del cuento de hadas de Hans Christian Andersen a través de una incisiva mirada feminista, dotada de un estilo deslumbrante
y agudo y de la habilidad para construir mundos que le han conseguido a la autora
legiones de leales admiradores.
Tommy y Helsey están a punto de descubrir que el amor de verdad no se puede controlar y que un beso puede hacerte volar hasta tocar las estrellas.
Helsey solo tiene dos reglas:
Nunca te relaciones con los chicos del equipo de fútbol. Nunca seas el centro de atención.
Porque Helsey tiene dos objetivos: Mantenerse en su zona de confort. Conseguir que su secreto siga siendo un secreto.
Solo hay una cosa con la que Helsey no ha contado: Tommy Taylor
Siendo concretos: Tommy Taylor y tener que fingir que son novios para que su familia no piense que es una negada total.
¿Qué podría salir mal?
¿Lo de fingir una relación? ¿Lo de hacerse amigos en el proceso? O, quizás, ¿lo de dejarse llevar? Sí, seguramente será eso último… Lo que Helsey no imagina es lo increíble que va a resultar, cuánto va a reír, cuánto va a soñar y, sobre todo, cuánto va a sentir.