Sammy Santos pasa el verano descubriéndose a través de los ojos de Juliana, una chica hermosa, independiente y sumamente vulnerable que lo hará conocer el lado más dulce y más oscuro de la vida. Empezarán su último año de preparatoria en Hollywood ―un barrio chicano perdido en una ciudad en el desierto― y el mundo como lo conocen está por cambiar: la gente se manifiesta en las calles, los adolescentes se enlistan en el ejército y aunque las noticias de la guerra son devastadoras, el amor se respira en el aire. El amor no se acaba con la muerte, y eso es lo que más duele. El amor no se acaba con la muerte, y eso es lo que más duele.
Russ Callaghan y Aurora Roberts coinciden en una fiesta, se dejan llevar por un juego y terminan juntos. Sin embargo, ella se escabulle antes de que él tenga la oportunidad de pedirle una cita. Sin saberlo, ambos van a trabajar en el mismo campamento de verano: él, para alejarse de su padre, y ella, para volver al último lugar donde se sintió como en casa. Russ sabe que tiene prohibido «fraternizar» con Aurora si no quiere que lo echen. Desgraciadamente para él, a ella no le importan tanto las reglas... Ahora solo les queda descubrir si las chispas que saltaron entre ellos durante su primera noche quedarán en nada o si, por el contrario, lo incendiarán todo.
La serie de Maple Hills continúa después de Romper el hielo con dos monitores de campamento que se reencuentran tras un intenso lío de una noche.
Russ Callaghan y Aurora Roberts coinciden en una fiesta de fin de curso y, después de dejarse llevar por un juego, acaban enrollándose. Sin embargo, Aurora se escabulle antes de que él tenga la oportunidad de preguntarle su nombre completo.
Sin saberlo, ambos van a trabajar en el mismo campamento de verano: Russ espera poner suficiente distancia con su padre, mientras que Aurora solo desea volver al último lugar donde se sintió como en casa.
Russ sabe perfectamente que tiene prohibido «fraternizar» con Aurora si no quiere que lo echen. Desgraciadamente para él, a ella nunca le han importado mucho las reglas...
Ahora solo les queda descubrir si las chispas que saltaron entre ellos durante su primera noche quedarán en nada o si, por el contrario, lo incendiarán todo.
Winter 1945. WWII. Four refugees. Four stories.
Each one born of a different homeland; each one hunted, and haunted, by tragedy, lies, war. As thousands desperately flock to the coast in the midst of a Soviet advance, four paths converge, vying for passage aboard the Wilhelm Gustloff, a ship that promises safety and freedom. But not all promises can be kept . . .
"¡LA CONCLUSIÓN DE LA TRILOGÍA GRISHA, DE LEIGH BARDUGO, AUTORA NÚMERO 1 DEL NEW YORK TIMES! Bajo tierra, en la red de túneles y cuevas que forman la Catedral Blanca, Alina es a la vez prisionera y objeto de adoración. Está muy débil, y la idea de embarcarse en un nuevo viaje en busca del tercer amplificador, el pájaro de fuego, parece una locura. Pero su poder ha cambiado desde la última batalla, y sus nuevas habilidades podrían aterrorizar incluso a sus propios aliados."
ZANDERS
El hockey en Chicago no sería nada sin mí; la multitud necesita alguien a quien odiar. Sé cuál es mi papel, y lo represento a la perfección. De hecho, me encanta pasar la mayor parte del partido amonestado en el banquillo para luego dejar el estadio con una chica distinta cada noche... o eso es lo que quiero que piense la prensa.
Lo que no me gusta es la nueva azafata del avión privado del equipo. Ella trabaja para mí, no al revés. Pero me aseguraré de recordárselo, y para cuando termine la temporada deseará no haber aceptado el puesto.
Pero en cada vuelo estoy más confundido, y ya no logro distinguir si sigo pulsando el botón de llamada para fastidiarla o es que hay algo más.
STEVIE
Hace años que soy auxiliar de vuelo. Pensaba que lo había visto todo, pero cuando entro a trabajar para la superestrella más ególatra y arrogante de la Liga Nacional de Hockey, empiezo a replanteármelo todo. Especialmente la promesa que me hice a mí misma de no volver a tirarme a un deportista jamás... por mucho que me atraiga.
Evan Zanders no tiene filtro ni complejos, y se tiene demasiado creído lo bueno que está. Adora la imagen que proyecta, pero yo detesto todo de ella.
Todo... menos a él.