Han pasado dos semanas desde que Iris regresó del frente, herida y con el corazón roto, pero la guerra dista mucho de haber terminado.
Roman está en paradero desconocido, perdido tras las líneas enemigas, sin recuerdos de su pasado o de Iris. Con la esperanza de recobrar la memoria, vuelve a escribir de nuevo, pero esta vez para el enemigo.
Cuando una extraña carta llega a través de la puerta de su armario, empieza a intercambiar mensajes con una amiga por correspondencia que le resulta a la vez misteriosa. y curiosamente familiar.
A medida que su vínculo se consolida, ambos arriesgarán sus corazones y su futuro para cambiar las tornas de la guerra.
EL ENCIERRO
Rhawsin, la cárcel de la que nadie sale con vida, también llamada la Pesadilla de Dybria, es el nuevo hogar de Alessa. Traicionada por las reinas, separada de Derek y de sus amigos, y obligada a luchar cada día por su supervivencia, su única esperanza yace en la fuga. Pero ¿cuántas veces podrá desafiar al destino antes de que todo acabe en tragedia?
LOS SUEÑOS
El único refugio de Alessa son los sueños, en los que las palabras «Que la magia de Dybria nos acompañe» se repiten como un eco. ¿Qué significan? ¿Y quién es la misteriosa mujer que las dice? Quizá la misión de Alessa en Dybria aún no haya acabado y su papel en esta lucha sea mucho más complejo de lo que nunca hubiese imaginado.
EL DESTINO
Pero su destino está ligado al de Derek y Alessa también llegará hasta él, aunque para conseguirlo deba reclutar a todas las criaturas mágicas de Dybria y enfrentarse a los ejércitos de la Corte. Pero, cuando se reencuentren, ¿será el Derek que conocía? Si es que alguna vez llegó a conocerlo de verdad.
La lealtad de la heredera del trono de Yithia, Ashbree Aldair, ha cambiado. Tras su estancia en el palacio del Rey de los Elfos oscuros y su acercamiento al monarca, la verdad sobre una guerra centenaria se ha presentado ante ella: solo los que la perpetúan son culpables. Y entre estos se encuentra su padre.
Para Ashbree y Rylen, lo que comenzó siendo odio visceral y cautiverio se ha convertido en algo más que una alianza. Sobre todo desde que vieron cómo la vida de Ilian se les escapaba de las manos. Ninguno de los dos está dispuesto a perderlo ni tampoco a perderse el uno al otro.
A medida que se acerca la batalla que pondrá fin a un conflicto orquestado por los mismísimos dioses, el curso de la guerra empieza a inclinarse en contra de los Efímeros. Será este revés el que los lleve a hacerse una promesa inquebrantable: luchar los tres juntos hasta conseguir la paz, aunque el precio sea sus propias vidas.
¿HAY ALGUNA CHICA QUE NO HAYA SOÑADO ALGUNA VEZ EN SU VIDA EN CONVERTIRSE EN UNA PRINCESA?
El libro que inspiró la película más querida de Disney, Princesa por sorpresa, protagonizada por Anne Hathaway y Julie Andrews.
Mia cree que su vida no puede ir a peor: es la más alta de la clase, plana como una tabla de planchar, no para de suspender álgebra, su madre tiene una cita con uno de sus profesores (¡y para más inri, con el de álgebra!), el chico que le gusta no le hace ni caso…
No hay nada emocionante en su día a día. O eso piensa, hasta que de un día para otro le anuncian que es la heredera al trono de Genovia, un diminuto país europeo. Y de repente se le cae el mundo encima. Ahoratiene que dar clases de cómo ser princesa (¿desde cuándo se tiene que hacer eso?), conocer a su abuela materna (que no le cae nada bien) y, en definitiva, cambiar toda su vida.
¡Ella quiere seguir como siempre! Aunque eso signifique sufrir de desamor y recibir suspensos monumentales en cada ejercicio de álgebra. ¿Cómo podrá compaginar su nueva vida sin perder su identidad... o la cabeza? Porque nadie dijo que ser princesa fuera sencillo...
Princesa. Prisionera. Huérfana. Rebelde. Cuando todo lo que queda de tu pasado son cenizas, debes buscar muy dentro de ti para encontrar la llama que puede devolverte la fuerza.
Peyton, el carismático hermano de Sydney, ha sido siempre la estrella de la familia. Pero su comportamiento cada vez más imprudente acabará en una condena de cárcel. Sydney no entiende que sus padres se preocupen tanto por Peyton y tan poco por la víctima del accidente. Desconcertada por su actitud, se refugia en los Chatham, en especial en el protector hermano mayor, Mac.