«Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad.», Confucio
Esta lectura está basada en el poder de las palabras, de los pensamientos y de las acciones en coherencia. ¿Existe un poder mayor que el de una persona alineada en todas estas manifestaciones de la vida? En estas páginas descubrirás significados, etimologías y revelaciones propias de las palabras más significativas para el momento que vivimos: desafío, crisis, magia, descubrir, arte, honestidad, revelación, conciencia… Y es que las palabras, una vez que conocemos su significado verdadero, sirven para abrir puertas que probablemente se cerraron a golpe de grito, amenaza o castigo durante la infancia, y que están ahí intactas para volver a ellas cuando llega el momento. Unas puertas que nos llevan a descubrir el poder que nace de la confianza innata que llevamos dentro y con el que podemos conectar a voluntad. «Abracadabra», una palabra de origen incierto que desde la Antigüedad se ha relacionado con la magia de la creación, significa «creo mientras hablo». La propuesta de Eva Sandoval es volver a jugar con la magia de las palabras para así regresar a ese espacio original e inocente en el que sabíamos que todo era posible y todo estaba por descubrir.
«Toda mi vida he sentido que soy diferente. De niña, fui tirando, pero con los años acumulé un montón de ansiedad, mucha tensión; estaba agotada de vivir tratando de ser como los demás y cargando con la frustración de no lograrlo.»
Después de décadas buscando respuestas a porqués que pesaban demasiado, a los 41 años Sara Codina recibió un diagnóstico de autismo y por fin las piezas de ese puzzle que parecía imposible de resolver empezaron a encajar: ese día pudo poner nombre a lo que le pasaba, ese día descubrió que no estaba rota ni defectuosa.
El laureado Premio Nobel de la Paz, Su Santidad el Dalai Lama, y el arzobispo Desmond Tutu han sobrevivido a más de cincuenta años de exilio, a varias persecuciones e incluso a situaciones de desgarradora violencia. A pesar de sus sufrimientos -o como ellos dirían, "gracias a ellos"- son dos de las personas más alegres del planeta.
En abril del año 2015, el arzobispo Tutu viajó a casa del Dalai Lama en Dharamsala, India, para acompañarlo en la celebración de su ochenta aniversario. Aprovechando la ocasión se dispusieron a crear algo que, esperaban, se convirtiera en un regalo para otros. Mirando atrás en sus largas vidas se propusieron responder a una única y candente pregunta: ¿Cómo podemos encontrar la alegría mientras afrontamos el inevitable sufrimiento de la vida?