¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a tu padre lo importante que es para ti?
Este libro te da la oportunidad de hacerlo.
Dile a tu padre lo especial que es creando algo a partir de las experiencias que habeis compartido. La idea es sencilla y divertida y las posibilidades, infinitas, tan infinitas como tu deseo de hacerle feliz. Con este pequeño libro puedes contarle a tu padre todo lo que quieras. Comparte con el los mejores momentos de tu infancia, escribe sobre lo que significa para ti, explícale tus sueños o cómo os veis en un futuro. Para hacerlo, solo tendrás que responder a divertidas preguntas y decidir con que fotos, entre otras cosas, quieres viajar en el tiempo.
Haz inventario de recuerdos, descubre citas inspiradoras y da forma, de una manera fácil y rápida, a un regalo original y personalizado (¡por ti!) que tu padre atesorará durante años.
- Un pequeño libro de 80 páginas para rellenar. Una edición cuidada y elegante en tapa dura, con diseño limpio y actual.
- El reverso de la sobrecubierta te servirá de papel de regalo para envolverlo cuando hayas terminado de rellenarlo. ¡Incluye una pegatina para cerrarlo!
Luis García es un hacker de conciencias dispuesto a dedicar su vida y su proyecto personal a que el ser humano trascienda, viva una vida plena, se conecte con otros seres humanos y comience a hacer las paces con el planeta que habita. Con su nuevo libro El juego de la vida es fácil, nos ofrece un manual de crecimiento personal en el que explica que, para jugar con éxito en la vida, debemos conocer bien las reglas y buscar la plenitud, la felicidad, unas relaciones afectivas más enriquecedoras y el éxito o la abundancia, como un estado natural para el que cada persona ha sido diseñada.Minimalista, nómada, emprendedor consciente, vegano y observador de realidades, el lema de Luis García es «El juego de la vida es fácil» y, en este libro y sus conferencias, encontrarás las claves para que así sea; unas sencillas reglas que te permitirán disfrutar de esa vida que deseas y siempre has merecido.
La vida no es perfecta, pero tu actitud sí puede serlo. Superarte, cambiar o plantearte metas es algo que deber elegir tú. E, independientemente del momento en el que te encuentres y de las circunstancias por las que atravieses, siempre tienes la libertad de elegir cómo enfrentarte a cada situación.
Porque la actitud no lo es todo, pero sí es el motor para alcanzar tus deseos. Y en el mundo hay actitud para todos, y en grandes cantidades. Sal a luchar por la ración que te toca.
El búho que no podía ulular es una recopilación de cuatro cuentos con los que Robert Fisher y Beth Kelly le recuerdan al niño que hay dentro de todos nosotros algunas ideas importantes que hemos perdido en nuestro viaje por la edad adulta. Sus protagonistas son un búho y un pato que no saben pronunciar lo que se supone que dicen los búhos y los patos, una cuclilla que busca hacer suyo el canto de otro pájaro, una pequeña mariposa que decide aprovechar al máximo el único día de su vida y una perrita lebrel atemorizada por todo. Redactados en clave de fábula, estos cuentos nos ayudan a identificar nuestros temores, nuestras inquietudes y nuestras dudas.
EN DOS remotas islas de la costa de Maine, los pescadores de langosta han luchado ferozmente durante generaciones por los derechos de pesca en el mar que los separa. La joven Ruth Thomas, nace en medio de estas disputas. A los dieciocho años, convertida en una joven despierta, inteligente y poco romántica, Ruth regresa del internado decidida a dejar a un lado su educación universitaria y unirse a los «lobos de mar», con quienes trabajará en los barcos codo con codo, se endurecerá, luchará para que el oficio de sus antepasados sobreviva... y encontrará el amor.
¿Cómo se explica que, en una sociedad que se autodenomina de bienestar, el consumo de antidepresivos no pare de crecer año tras año? ¿Es factible escapar del malestar? ¿Y si el problema es que estás buscando las causas del sufrimiento en el lugar equivocado?
Vivimos bajo la percepción de que la plenitud llega con la adquisición: más logros, más bienes, más relaciones. Se nos ha inculcado que ciertos pilares, como tener una pareja, una familia y un empleo estable, nos garantizarán felicidad. Pero en esa frenética búsqueda de más, ¿no estaremos, sin darnos cuenta, incrementando nuestro propio sufrimiento?