Educación emocional para padres y adolescentes para despertar la consciencia y la asunción de la responsabilidad personal como pilares de la felicidad.
Si has cogido este libro, probablemente sea porque te suena la frase del título. Quizás porque la has oído muchas veces en casa, o porque últimamente no paras de decirla. Si es así, estas páginas están escritas para ti. Y para todos los padres y madres -héroes anónimos- que se enfrentan todos los días con el titánico, desgastante y, en ocasiones, delirante desafío de intentar educar a sus hijos adolescentes.
El objetivo de este libro es construir un puente entre ambos a través de reflexiones y herramientas útiles para lograr enterrar el hacha de guerra. Si no queremos que nuestra casa se convierta en un hotel, siempre podemos aprender a construir un auténtico refugio.
Y el mejor modo de empezar es por los cimientos. ¿Qué dicen de nosotros nuestros hijos adolescentes? Y ¿qué vamos a hacer al respecto?
** Libro recomendado por La Akademia, proyecto de educación emocional gratuito para jóvenes, presente en 15 ciudades de España.
Míriam Tirado es consultora de crianza y madre de dos niñas. Ha sido periodista durante 14 años en los Servicios Informativos de Catalunya Ràdio, además de haber trabajado en RTVE y Flash FM. En la actualidad, organiza charlas y grupos de apoyo para nuevas mamás. Desde 2011 tiene un blog en el que ofrece consejos sobre la crianza de niños de 0 a 6 años, y desde 2015 también nos habla directamente a través de su canal de YouTube. Desde sus redes sociales acompaña a decenas de miles de seguidores en la crianza de sus hijos.
¿Has sentido alguna vez que viajaste al lugar equivocado luego de
haberlo deseado tanto? ¿Son los viajes que más soñamos aquellos que
se cumplen con mayor intriga y turbulencia? Viajes tan anodinos, que
apenas te deslizas por la superficie como un simple turista que flota hacia
las trampas. Viajes tan intensos, que terminas siendo un explorador que
se hunde en intrincadas tramas rocambolescas. Tras cada viaje, una
experiencia de vida inesperada que desafía, a veces, toda lógica. Viajar
solo porque el mundo nos inquieta y sin pedir nada a cambio, aunque
tampoco elegir un nuevo camino parezca ofrecer recompensa alguna. Y
luego está hasta la pandemia, esa que ha impedido los viajes y alterado
nuestra forma de lanzarnos al mundo. Pero dicen que lo importante será
siempre partir, que así se aprende a vivir, que se "hace camino al andar".
Bueno, en fin, viajemos...