Más de setenta años después del fin de la Segunda Guerra Mundial quedan muchas preguntas sin responder sobre lo que sucedió entonces. La guerra secreta que se libró lejos del frente por oficiales de los servicios secretos, agentes dobles, timadores, falsificadores e incluso actores, fue decisiva para decidir el rumbo de los acontecimientos. Sin embargo, existen todavía numerosos claroscuros, cuando no vacíos de información, sobre episodios que fueron clave.¿Quién fue el judío que espió para los nazis en Tierra Santa? ¿Estuvo Hitler cerca de conseguir la bomba atómica? ¿Sabías que hubo actrices de cine infiltradas en el corazón del Tercer Reich? ¿Y que en aquella guerra se llevó a cabo la operación de falsificación de moneda más ambiciosa de la historia? ¿Sabías que un cadáver ayudó a los aliados a desembarcar en Sicilia? ¿O que la mafia realizó un pacto secreto con el gobierno americano para colaborar en la causa bélica? El FBI de J. Edgar Hoover, los servicios secretos de Stalin, el crimen organizado, los teóricos raciales de Himmler, los instructores y agentes del SOE, magos y analistas de datos, espías como Cicerón o A-54,brutales guardias de los campos de concentración o delincuentes reconvertidos en libertadores, jalonan éstas vibrantes páginas y dan forma a los Expedientes Secretos de la Segunda Guerra Mundial, una visión que intenta acercarse lo máximo posible a la verdad sobre aquel tiempo de sangre y fuego.
El ego es justo lo contrario de nuestro verdadero ser. No es ese sustrato de nuestra existencia en el que nos reconocemos, sino una falsa identidad que adoptamos en nuestro proceso de socialización precisamente para que, reflexionando sobre lo accesorio, no nos planteemos preguntas sobre lo verdadero. El ego es un envoltorio de nuestra conciencia y, a menos que nos liberemos de él, jamás llegaremos a conocernos. Al ser un engaño, el ego rehuye lo sencillo, pues lo delata; lo difícil sí es un reto para él, y lo imposible un reto de verdad. Así pues, cuanto mayor sea el reto que aceptemos, mayor será el ego que estamos construyendo en nosotros mismos: es nuestra ambición la que dará la medida de nuestro ego, que es también la medida de nuestro fracaso.
Nuestros pensamientos, ideas y creencias condicionan nuestra experiencia vital. Cuando aprendemos a utilizar los recursos más profundos e invisibles de nuestro yo y realizamos cambios sencillos y positivos, podemos vivir una vida más plena y más ajustada a nuestros ideales y deseos. El objetivo del Método Silva de Control Mental es enseñarnos a utilizar mejor nuestra mente y pensar de forma más eficaz, y al mismo tiempo activar áreas de nuestro cerebro que suelen estar casi inactivas. Mediante sencillos ejercicios, lograremos estimular la memoria y la intuición, controlar las tensiones y los malos hábitos, y resolver los pequeños y grandes problemas de la vida cotidiana. Este libro, publicado por primera vez en los años sesenta y traducido a más de treinta idiomas, ha dado lugar a cursos y seminarios en todo el mundo.
Todo lo que hay en el universo es energía. Y la energía, en su forma más elevada —cuando las frecuencias a las que vibra son más rápidas—, es el espíritu. Si la energía en sus frecuencias más bajas y más materiales es la causa de los problemas, las altas frecuencias espirituales son su solución: si logras acceder a ellas, lo cual está al alcance de todos, habrás comprendido que el espíritu es aquello que te hace formar parte de la esencia divina, que ese es tu destino y que los problemas no son más que ilusiones que crea tu mente.
La fuerza del espíritu no solo te convence de la necesidad de descubrir tu verdadero yo a través del espíritu, para así vivir conforme a la armonía y la felicidad; también explica los pasos que hay que dar para lograrlo: el reconocimiento, la percepción y la reverencia.
El mundialmente famoso autor de Tus zonas erróneas ha escrito el libro más provocador e importante de su carrera. En él, el doctor Dyer defiende que somos aquello en lo que creemos y, mediante ejemplos, anécdotas y humor, explora tas vías de la transformación personal a través del pensamiento, el amor, el principio de la abundancia y la importancia del perdón.
Gracias a esta obra usted podrá superarse realmente, venciendo trabas y obstáculos que hasta hoy le parecían infranqueables.
Se dice que, por instinto, la mujer conoce desde siempre los secretos del arte de amar. En este libro es precisamente una mujer quien pone ese instinto al servicio de una exposición lúcida y coherente de los recursos de su sexo para sacarle el mejor partido a su relación con los representantes del otro.. En efecto, mucho se ha escrito sobre técnicas sexuales aplicadas a la mujer, supuestamente receptora pasiva de ellas. Pero Régine Dumay opina que las mujeres también tienen algo que decir sobre cómo hacer el amor a un hombre.. Sin falsos pudores, con toda la claridad que el tema requiere, una mujer explica por primera vez a otras mujeres lo que siempre han deseado saber sin atreverse a preguntarlo...