Elisabeth Kübler-Ross supo desde muy joven que su misión era aliviar el sufrimiento humano. Y ese compromiso la llevó al cuidado de enfermos terminales. Mucho fue lo que aprendió de esta experiencia: vio que los niños dejaban este mundo confiados y serenos; observó que algunos adultos partían, después de superar la negación y el miedo, sintiéndose liberados, mientras que otros se aferraban a la vida sólo porque todavía les quedaba una tarea por concluir, pero todos hallaban consuelo en la expresión de sus sentimientos y en el amor incondicional de quien les prestaba oído. LA RUEDA DE LA VIDA es un libro tan singular como su misma autora, una mujer que creía en el poder de un amor incondicional capaz de guiarnos cuando abandonemos la tierra en busca del hogar definitivo: un remanso de paz y de amor.
En esta obra Jorge Bucay, psicólogo argentino, afronta una de las situaciones más complejas y delicadas de la experiencia humana: la pérdida de un ser querido.
Un clásico del camino de la autosuperación.
«El camino hacia la realización personal es difícil y continuo», nos dice Jorge Bucay en sus libros. En esta serie de caminos, el autor nos ofrece unos mapas de territorio para que cada uno de nosotros recorra el suyo propio, a su ritmo y eligiendo el trayecto. «Ser feliz -afirma- no es un derecho solamente; también es, de muchas maneras, una obligación contraída con la vida.»
El camino de las lágrimas es, para Jorge Bucay, «el más duro de los caminos». El sendero del dolor, del duelo y de las pérdidas. Aun así, es un camino imprescindible. Porque no se puede seguir el rumbo si no podemos dejar atrás lo que ya no está con nosotros.
Este libro, que ahora se presenta profundamente revisado, es un clásico del camino de la autosuperación y una referencia forzosa para todos los que han pasado por una pérdida o transitan un duelo; una verdadera hoja de ruta que nos acompaña mientras nos consuela en el doloroso tránsito del desapego.
«Soy el comienzo de una consciencia totalmente nueva.» Estas palabras de Osho ponen de manifiesto hasta qué punto él concibe su filosofía como una ruptura con las distintas tradiciones del pensamiento occidental y oriental. Es el mismo espíritu con el que aborda la sexualidad: en primer lugar, presentándola no como un obstáculo para la elevación espiritual e incluso la iluminación sino, al contrario, como un regalo, expresión de unas energías biológicas y puerta al autoconocimiento; en segundo lugar, como realización del amor, elemento central de la existencia. El sexo es uno de los aspectos constitutivos del nuevo tipo de santo, Zorba el Buda, fusión inseparable de lo terreno y lo sublime. A partir de estos principios, Osho responde a las distintas cuestiones que plantea la sexualidad, desde la eyaculación precoz hasta el orgasmo, desde los celos hasta la diferencia entre sexos. La visión del sexo de Osho es, desde luego, enormemente crítica respecto a lo que enseñan muchas religiones, que la calificarían de pecaminosa, e incluso la moral dominante. Pero justamente es su audacia, junto a la alta calidad espiritual de su reflexión, lo que hace tan atractivo su pensamiento.
En una cultura obsesionada con la juventud y empeñada en evitar a toda costa la vejez, en la época de la Viagra y de la cirugía estética, este libro se atreve a plantear la pregunta casi olvidada: ¿qué beneficios nos reportaría aceptar el proceso de envejecimiento como algo natural en lugar de intentar aferramos a la juventud y sus placeres? Osho nos sitúa ante las raíces del significado de crecer, que no es lo mismo que hacernos viejos, y nos recuerda los beneficios que solo esa maduración de nuestra existencia nos puede aportar, tanto en la relación con los demás como en la realización de nuestro destino individual. Señala los diez ciclos principales de crecimiento en la vida humana, desde el universo del niño, centrado en sí mismo, hasta la solidez de la sabiduría y la comprensión de la vejez, para mostrar que la sucesión de las distintas etapas no significa simplemente decadencia.
Nuestros pensamientos, ideas y creencias condicionan nuestra experiencia vital. Cuando aprendemos a utilizar los recursos más profundos e invisibles de nuestro yo y realizamos cambios sencillos y positivos, podemos vivir una vida más plena y más ajustada a nuestros ideales y deseos. El objetivo del Método Silva de Control Mental es enseñarnos a utilizar mejor nuestra mente y pensar de forma más eficaz, y al mismo tiempo activar áreas de nuestro cerebro que suelen estar casi inactivas. Mediante sencillos ejercicios, lograremos estimular la memoria y la intuición, controlar las tensiones y los malos hábitos, y resolver los pequeños y grandes problemas de la vida cotidiana. Este libro, publicado por primera vez en los años sesenta y traducido a más de treinta idiomas, ha dado lugar a cursos y seminarios en todo el mundo.
Bronnie Ware ha conocido muchos trabajos, pero solo uno de ellos le cambió la vida de verdad. Después de dedicarse a ofrecer cuidados paliativos a pacientes terminales sintió que, por primera vez, habia recibido mucho más de lo que jamás podría dar. Recopilando minuciosamente las lecciones de sabiduría y sentido común que las personas a las que cuidaba le contaban en sus últimos momentos, inició un blog que recibió más de tres millones de visitas en su primer año. De la creciente demanda de un libro que plasmara su historia personal surgió esta obra, en la que la autora nos transmite la experiencia de los que echan la vista atrás al final de su vida y nos explica cómo evitar esos remordimientos universales de los que parece que solo somos conscientes cuando es demasiado tarde para evitarlos.