En una cultura obsesionada con la juventud y empeñada en evitar a toda costa la vejez, en la época de la Viagra y de la cirugía estética, este libro se atreve a plantear la pregunta casi olvidada: ¿qué beneficios nos reportaría aceptar el proceso de envejecimiento como algo natural en lugar de intentar aferramos a la juventud y sus placeres? Osho nos sitúa ante las raíces del significado de crecer, que no es lo mismo que hacernos viejos, y nos recuerda los beneficios que solo esa maduración de nuestra existencia nos puede aportar, tanto en la relación con los demás como en la realización de nuestro destino individual. Señala los diez ciclos principales de crecimiento en la vida humana, desde el universo del niño, centrado en sí mismo, hasta la solidez de la sabiduría y la comprensión de la vejez, para mostrar que la sucesión de las distintas etapas no significa simplemente decadencia.
¿Le resulta difícil negarse a una petición aunque no la considere razonable?
¿Se le hace prácticamente imposible enfrentarse a personas que «siente» superiores a usted? ¿Le cuesta mucho afirmar sus derechos o establecer relaciones? Los autores, desde la premisa de que más importante que cuestionar el porqué de tales actitudes es abordar la forma de transformarlas, proponen una técnica de base conductista cuya eficacia ha sido ampliamente demostrada por ellos mismos. La denominan Aprendizaje Asertivo (AA), y en líneas generales consiste en habituarse a afirmar, con serenidad pero con decisión, las propias exigencias vitales.
Bronnie Ware ha conocido muchos trabajos, pero solo uno de ellos le cambió la vida de verdad. Después de dedicarse a ofrecer cuidados paliativos a pacientes terminales sintió que, por primera vez, habia recibido mucho más de lo que jamás podría dar. Recopilando minuciosamente las lecciones de sabiduría y sentido común que las personas a las que cuidaba le contaban en sus últimos momentos, inició un blog que recibió más de tres millones de visitas en su primer año. De la creciente demanda de un libro que plasmara su historia personal surgió esta obra, en la que la autora nos transmite la experiencia de los que echan la vista atrás al final de su vida y nos explica cómo evitar esos remordimientos universales de los que parece que solo somos conscientes cuando es demasiado tarde para evitarlos.
¿Tienes a veces la sensación de estar desbordado por la existencia? ¿Paralizado por compromisos -afectivos, laborales...- que ya no te satisfacen? ¿Dominado por complejos de culpa o inseguridad? No proyectes tu insatisfacción en otros, la causa está en ti, en las zonas erróneas de tu personalidad, que te bloquean e impiden que te realices. Esta obra, quizá la más leída y respetada de toda la literatura de autoayuda, muestra dónde se encuentran, qué signfican y cómo superarlas. Todo ello contado con la amenidad y sencillez de quien sabe que puede cooperar en la mejora de la vida de los otros. Saborea este libro y no te niegues la posibilidad de ser un poco mejor y mucho más feliz.
A lo largo de un centenar de cortos capítulos, el doctor Carlson presenta una serie de estrategias simples para controlar el pesimismo y evitar que los sinsabores que la vida trae consigo nos amarguen la existencia. Nos muestra que la vida no tiene por qué ser una emergencia continua; puede ser un fluir armonioso donde la felicidad es posible a pesar de todo.
Todo lo que hay en el universo es energía. Y la energía, en su forma más elevada —cuando las frecuencias a las que vibra son más rápidas—, es el espíritu. Si la energía en sus frecuencias más bajas y más materiales es la causa de los problemas, las altas frecuencias espirituales son su solución: si logras acceder a ellas, lo cual está al alcance de todos, habrás comprendido que el espíritu es aquello que te hace formar parte de la esencia divina, que ese es tu destino y que los problemas no son más que ilusiones que crea tu mente.
La fuerza del espíritu no solo te convence de la necesidad de descubrir tu verdadero yo a través del espíritu, para así vivir conforme a la armonía y la felicidad; también explica los pasos que hay que dar para lograrlo: el reconocimiento, la percepción y la reverencia.