Nada es casualidad, todo es causalidad.
Un libro para aprender a superarte e ilusionarte cada día.
Hay días que nos sentimos capaces de cualquier cosa y la vida es maravillosa. Otros, sin embargo, sentimos que todo nos supera y el mundo se convierte en un lugar hostil.
Nuestro cerebro está diseñado para que sobrevivamos, no para que cumplamos nuestros sueños o nuestros propósitos. Pero es posible vencer esos mensajes que nos llevan a nuestra zona de confort, desarrollar hábitos que nos beneficien y entrenar como un músculo nuestro afán de superación, nuestra constancia y nuestra ilusión.
El libro para personas ocupadas recoge métodos y procedimientos para enfrentarnos a los retos del día a día. Puede leerse cómo se quiera: solo hay que abrir una página al azar o curiosear el índice y dejarse llevar por la intuición. Cada capítulo recoge una enseñanza, una pregunta, un descubrimiento para que resuene en nuestro interior y nos ayude en el camino hacia la paz y la plenitud. Porque, aunque a veces lo olvidemos, nacimos para ser felices.
Mitos y realidades sobre la inteligencia: capacidad cerebral, generación de neuronas, cómo cambia nuestro cerebro a lo largo de nuestra vida y qué debemos hacer para rejuvenecerlo: ejercicio físico, aire libre, una actitud positiva, relacionarnos socialmente y cambiar las pautas alimentarias.
Raquel Marin también nos cuenta la relación existente entre cerebro e intestino, y cómo este es también culpable de ciertas enfermedades neurodegenerativas.
El libro incluye una lista de alimentos saludables, de dietas especiales y recetas cerebrales -platos de la cocina tradicional adaptados a las necesidades de nuestro cerebro- así como un Cerebrómetro de la eterna juventud.
Lo primero que hay que decir es que este no es un libro sobre autismo. En el no va encontrar la persona lectora un compendio que trate acerca de las diferentes teorías sobre etiologia y tratamientos del autismo. Es un libro, como ya se anuncia en el subtitulo del mismo, para aproximarte a la singular humanidad de Juan Isaac Suero de la Rosa, un niño con autismo, o Trastorno del Espectro Autista - TEA, que es la forma en que hoy se denomina este trastorno.
El autismo, como todas las personas diferentes, resulta algo extraño, desconocido, inquietante..., para quienes se consideran a si mismas "normales". Para muchas personas el autismo es los mismo que el retardo mental, o un trastorno mayor como la psicosis. Esta falsa percepción genera incomprensiones , alejamiento, rechazo, mitos, estereotipos, discriminación, y muchas veces hasta agresiones. Por supuesto que todas estas actitudes y conductas no tienen justificación en ningún caso de diferencias humanas, como son en realidad las diversas discapacidades.