El síndrome de Cenicienta es un padecimiento real, consecuencia de las fantasías de amor más nocivas que la cultura pop nos ha vendido como «verdades». Algunos de los síntomas Creer que una relación le dará sentido a tu vida. Tener miedo a ser independiente y querer que alguien te «rescate» todo el tiempo. NECESITAR una relación para ser feliz. Pensar que el amor lo resuelve todo. Esperar que tu pareja lea tus pensamientos para no comunicarle tus necesidades. La idea de que el amor es un cuento de hadas es tan dañina como una manzana envenenada. Si el beso del «amor real» no puede convertir a un sapo en un príncipe, ¡mucho menos hará que venga con todo y responsabilidad afectiva! Shannon Heth y Beau Nelson te enseñarán a romper los patrones que te enredan una y otra vez en noviaz gos en los que debes lidiar con villanos. El síndrome de Cenicienta te ayudará a abrazar tu independencia para transformarte en la única heroína de tu historia de amor.
Wendy Suzuki, neurocientífica de renombre mundial y autora bestseller, ha desarrollado en La buena ansiedad un innovador programa para gestionar la ansiedad y convertirla en un poderoso recurso.
Estamos viviendo en la era de la ansiedad y, a menudo, nos sentimos atrapados en un constante ciclo de estrés, insomnio y preocupación. Pero, ¿qué pasaría si tuviésemos una forma de convertir la ansiedad en un recurso que nos ayude a resolver problemas, ser más productivos y fortalecer nuestro bienestar? Es decir, ¿qué sucedería si en lugar de ver la ansiedad como una maldición, reconociésemos el regalo que representa?
La galardonada neurocientífica Wendy Suzuki ha descubierto una verdad que cambiará el paradigma sobre la ansiedad: sí, es desagradable, pero es esencial para nuestra supervivencia. De hecho, la ansiedad es un componente clave para poder vivir de la mejor manera. Cada una de nuestras emociones tiene un objetivo evolutivo y la ansiedad está diseñada para visibilizarnos las emociones negativas. Si solo asumimos que debemos evitar, disminuir o eliminar nuestra ansiedad, perderemos la oportunidad de aprender a gestionar sus síntomas y la manera en la que puede mejorar nuestras vidas.
Hay personas que hacen nuestra vida miserable, ya sean una pareja, un familiar, una amistad o un jefe: pueden hacernos sentir inadaptados o ninguneados y causarnos angustia. Son lo que ahora conocemos como «personas tóxicas», un término que acuñó la doctora Lillian Glass y que es ahora tan habitual en nuestro vocabulario.
En Relaciones tóxicas encontraremos las respuestas al clásico problema de cómo tratar con aquellas personas que han causado estragos en nuestra vida. Pero no todas las personalidades son tóxicas para todo el mundo. Por eso la autora propone estrategias simples para descubrir cuáles son aquellas que perjudican a cada uno de nosotros.