¿Por qué tememos al inconformismo? ¿Por qué evitamos expresar ideas, ir a la contra o poner en cuestión el statu quo? ¿Por qué nos da miedo que nos llamen raros, idealistas o insubordinados? Si algo nos ha demostrado la historia es que para que el mundo avance se necesitan rebeldes y contestatarios que pongan en duda la opinión de la mayoría y cuestionen el orden establecido.
La timidez, el miedo al ridículo, la presión social o la jerarquía son una pesada losa que afecta a la seguridad que tenemos en nosotros mismos y que poco a poco va cercenando nuestra creatividad e idealismo. Todd Kashdan, profesor en psicología, se ha propuesto que perdamos ese recelo a expresar nuestra opinión personal, sea en la esfera pública o en una reunión de trabajo, y la hace con ejemplos reales y herramientas prácticas. Un libro para cualquiera convencido de que siempre hay otra manera de hacer las cosas.
En Imagina el cielo, compara más de 100 historias apasionantes de experiencias cercanas a la muerte (ECM) con lo que dicen las Escrituras sobre nuestras preguntas más importantes sobre el Cielo: ¿Seré yo mismo? ¿Veré amigos y seres queridos? ¿Cómo será el cielo? ¿Cómo es Dios? ¿Qué haremos para siempre? ¿Qué pasa con los niños y las mascotas?
Durante décadas, Burke ha estado estudiando relatos de sobrevivientes rescatados de una muerte cercana que vivieron para contar experiencias tanto celestiales como infernales. Si bien no todos los detalles de las ECM individuales se relacionan con las Escrituras, Burke muestra cómo las experiencias comunes, compartidas por miles de sobrevivientes, sobre la imagen del cielo prometida en la Biblia.
Los cuentos que encontraréis en estas páginas están especialmente pensados para que los padres puedan explicar a los niños, de manera sencilla y con un leguaje adecuado, el proceso por el cual están pasando y trasmitirles que, aunque sus padres ya no estarán juntos, el amor y el cariño que les tienen siempre permanecerá intacto.
A través de las situaciones que estos relatos nos presentan podremos encontrar el espacio para que los niños puedan reflexionar sobre sus emociones y de esta manera gestionarlas desde el respeto y la empatía.