Todo lo que existe fue previamente imaginado. Y todo lo que existirá deberá ser imaginado antes.
Este libro pretende ayudarte a realizar todos tus deseos a través del mayor regalo que nos ha sido concedido: la imaginación. El doctor Wayne W. Dyer explora esa región desconocida del subconsciente gracias a la cual serás capaz de descubrir la capacidad natural que posees para convertir lo que imagines en realidad, cambiar la percepción que tienes de ti mismo y de tu realidad, y reajustar tu vida para que puedas encontrar tu verdadera vocación. Un libro inspirador con el que descubrirás lo mejor de ti de la mano del renombrado autor de Tus zonas erróneas.
La ambición del ego domina la primera parte de nuestras vidas, así lo explica en este libro el doctor Dyer, que también nos ilustrará sobre cómo y por qué debemos sustituir esa ambición para pocier vivir una vida con sentido. El cambio no significa que debamos perder nuestras pulsiones o nuestros anhelos, significa simplemente que vamos a desear algo nuevo. Al comprometernos con un modelo de vida basado en aquello que tiene un propósito real, nos alejaremos de las exigencias interminables y las falsas promesas por las que se distingue la agenda del ego.
Porque todos tenemos la opción de renovarnos, dejar atrás la ambición, abrazar el sentido en nuestra vida... y completar así el retorno al origen que nos creó.
Aprende con Wayne W. Dyer, autor de Tus zonas erróneas, técnicas dinámicas para gozar de la vida sin ser manipulado. Esta obra pone a su alcance un conjunto de métodos prácticos y originales, a veces sorprendentemente insólitos, para librarse de las presiones y manipulaciones proyectadas a menudo sobre usted. Con finos rasgos de humor y grandes cantidades de sentido común, el doctor Dyer le pone en las vías de ese cambio que le ayudará a contrarrestar los desafueros de funcionarios intratables, colaboradores abusones, parientes egoístas y, con demasiada frecuencia, de usted mismo.
El Dao de Jing o Libro del Tao, que compila los versos del filósofo chino Lao Zi, es una de las obras cumbre de la sabiduría oriental. Wayne W. Dyer se propone aquí hacer más accesibles las enseñanzas ancestrales del taoísmo a fin de que podamos aplicarlas a nuestra vida cotidiana: es una nueva manera de pensar en un mundo que necesita recuperar sus aprendizajes más antiguos. Para ello, el autor ha preparado una práctica edición, en la que confronta los textos originales de Lao Zi con su interpretación en el lenguaje claro y directo que caracteriza sus obras. Trabajando cada día con los versos del Tao y las afirmaciones de Wayne W. Dyer podremos llegar a conocer la verdad que se esconde en la siguiente observación: «Cuando cambias la manera de mirar las cosas, cambian las cosas que miras».
La vida es inseguridad. Cada nueva situación nos lleva a una inseguridad progresivamente más profunda. Es un juego en el que nadie sabe cuál será el siguiente paso. ¡En esto radica la belleza de la existencia! Si fuera predecible, no valdría la pena vivir la vida; si todo fuera tal y como deseáramos que fuese y no hubiese lugar para la incertidumbre, no seríamos seres humanos sino máquinas, ya que solo para ellas todo es seguro y cierto.
El hombre vive en libertad. La libertad necesita inseguridad e incertidumbre.
Tiene en sus manos una herramienta poderosa para ayudarle a recuperar lo que ha perdido. La fe ve lo invisible, cree lo increíble y alcanza lo imposible. Nehemías vio un problema. Lloró, analizó, planificó y actuó. No se quedó sólo lamentándose por lo perdido; de eso encontró fuerzas para hacer algo por reconstruir de nuevo. No sólo organizó a todo un pueblo, no sólo reconstruyó los muros caídos que protegían la ciudad, también reconstruyó la ciudad y le devolvió la fe a la gente. Muros caídos que dejan a la gente vulnerable e indefensa ante tantos ataques. ¿Cómo lo logró? La generación de este tiempo necesita aprender de Nehemías, un restaurador de esperanzas. Somos soldados perdidos en acción. Nos buscan. Nos buscan desesperadamente y lo que encuentran, muchas veces, da dolor y vergüenza. Nuestra ausencia, física y emocional ha dejado a nuestras familias confundidas, llenas de amargura, dolor e inseguridad. La gente que amamos se la pasan preguntándose todo el tiempo ¿qué fue lo que hice para que me haya dejado solo o sola? La verdadera hombría y la verdadera femeneidad deben regresar. Debemos colocamos de nuevo en nuestro lugar para lograr levantar nuestros muros caídos, volver a ser y productivos, volver a ser eficientes, volver a ser creativos y recuperar lo que hemos perdido.