¿Cómo piensan los hombres? ¿Qué sienten? ¿Qué les preocupa? ¿Cuáles son sus miedos, preocupaciones y conflictos?
Estas son las preguntas que este libro contesta, con herramientas de la psicología moderna y otras ciencias afines, poniendo al descubierto al hombre educado en la cultura patriarcal tradicional, sacando a relucir las intimidades de un mundo afectivo interior poco conocido, y proponiendo una nueva forma de vivir el amor y la sexualidad, más digna y más humana. Walter Riso propone una liberación afectiva masculina pacífica y no egoísta, donde se puedan potenciar las relaciones afectivas con la mujer, los hijos y los demás hombres.
La liberación afectiva significa tomar las riendas de tu vida emocional, aun estando en pareja, sin agobios y sin sufrimientos inútiles que te impidan ser como realmente eres o como se te antoja ser. ¿Liberarte de qué? De cuatro creencias absurdas sobre el amor que suelen aplastarte y limitar tu crecimiento personal:
Si amas, debes obsesionarte.
Si amas, debes renunciar a tu identidad.
Si amas, debes tener miedo a perder a tu pareja.
Si amas, debes esclavizarte.
Es posible crear un esquema mental saludable y constructivo que se contraponga a las cuatro tendencias señaladas: al amor obsesivo, opongo un amor apasionado, pero sereno; al amor fusionado, opongo un amor con identidad personal; al amor temeroso, opongo un amor valiente, y al amor opresivo, opongo un amor libre.
La fuerza del pensamiento flexible radica en que nos permite inventarnos a nosotros mismos y fluir con los eventos de la vida sin lastimar ni lastimarse. Por el contrario, la rigidez psicol gica enferma, genera sufrimiento (estr s, depresi n, ansiedad, hostilidad) y promueve una violencia individual y social significativa. Si decides aferrarte a tus dogmas de manera irracional, tendr s una vida empobrecida y dolorosa. La mente flexible fortalece el "yo," act a como un factor de protecci n contra las enfermedades psicol gicas, genera bienestar y mejores relaciones interpersonales, y nos acerca a una vida m s tranquila y feliz. Si decides ser flexible, te quitar s un enorme peso de encima al ver que nada est predeterminado y que puedes ser el ltimo juez de tu propia conducta. Una mente libre y abierta al camino.